El Gobierno capitaliza la crisis peronista, rechaza críticas e insiste a los empresarios en que inviertan

Pese a que se esperaba que diera un poco menos, la inflación del 4 por ciento en julio fue motivo de celebración en Balcarce 50. La retórica discursiva se encaminó a resaltar ese dato contra los que marcan cifras inquietantes, como el que suministró el Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina (UIA), desde donde se publicó que la actividad industrial cayó 19,5% en junio, acumulando así 13 meses consecutivos en baja. “Milei le pide a los empresarios que inviertan, ellos no lo hacen y reclaman que libere el cepo ¿cuando hagamos eso, qué otra cosa nos van a venir a pedir?”, planteó a modo de pregunta uno de los hombres de confianza del jefe de Estado en un salón del ala norte de Casa Rosada.

El mismo interlocutor se animó a desechar de plano las críticas que provienen de Mauricio Macri, a las que también, con otro tenor, se sumó Elisa Carrió: “Dicen tonterías”, enfatizó, a la vez que le quitó relevancia a la conformación del Consejo de Mayo, que según se informó el 15 de julio pasado, ya debería tener nombrados –al cumplirse 30 días- a sus representantes por el Poder Ejecutivo; Legislativo; las provincias y CABA; empresarios y sindicalistas. “Ahora es un tema menor”, confesó el funcionario.

La CGT, Macri y el peronismo

Por estos días un ala de la Confederación General del Trabajo, que se había retirado de la mesa de “diálogo social”, retomó los contactos con el Gobierno en el marco de actividades vinculadas a la OIT que tienen que ver con la formación en materia laboral y empleo. La otra parte de la CGT que encabeza Pablo Moyano (Camioneros) estrecha lazos con los estatales de Rodolfo Aguiar (ATE) en busca de consolidar un tercer paro nacional en el contexto de un plan de lucha contra las políticas de la administración mileísta, en particular por la vuelta de la cuarta categoría del impuesto a las Ganancias y las apelaciones oficiales contra el amparo judicial que tiene frenada la reforma laboral.

Con respecto a las dudas que surgen en la relación con el PRO, una fuente del oficialismo manifestó que “hay que dejar que pase el tiempo y que las cosas se acomoden solas, ahora a Mauricio se lo ve como queriendo tener injerencia en nuestro gobierno”. Consultado sobre la cancelación del acto que se estaba organizando en la provincia de Buenos Aires para el 20 de agosto -que iba a encabezar Javier Milei junto a Patricia Bullrich y José Luis Espert- el mismo asesor ministerial no negó algunas diferencias entre los organizadores, pero hizo foco en lo que pasa con Alberto Fernández y el golpe que eso le está causando a todo el peronismo. “No molestes a tu enemigo cuando se está equivocando”, aportó el libertario parafraseando a Napoleón Bonaparte. Es que en la sede del PEN ven el proceso judicial del expresidente como una posibilidad para quebrantar el reordenamiento del Partido Justicialista, que intenta sustituir a AF con el gobernador riojano Ricardo Quintela, el hombre más cercano a Axel Kicillof y a Cristina Kirchner.

Hacia allí apuntó sus dardos Manuel Adorni, cuando consultado por El Litoral sobre si la Nación asistirá a La Rioja -que entró en default- desechó de plano la ayuda “sin justificación”, y explicó que sólo se otorga en caso de “catástrofes” o “cuestiones que salen de la normalidad, como un incendio o inundación, o algún pedido en específico”. En esa línea, el vocero añadió: “Nosotros hemos apelado siempre a que las 24 jurisdicciones tengan en orden las cuentas, la mayoría lo han entendido, han formado el Pacto de Mayo”, y resaltó que “no va a haber ninguna ayuda que no tenga una razón válida como para que el Gobierno nacional efectivamente lo haga. Lo dijimos cuando empezamos a hablar de los Chachos (la cuasi moneda que creo Quintela en su provincia), dijimos que de ninguna manera lo íbamos a rescatar o hacer algún apoyo a alguna jurisdicción que no entienda que hay que ajustar las cuentas públicas tal cual las estamos ajustando todos”, advirtió.

El efecto Alberto

Volviendo al tema que atraviesa a todo el espectro político y mediático, un alto colaborador de la Secretaría General dijo irónico: “Pasaron cosas y el celu de Alberto prende fuego a todos”. La Casa de Gobierno capitaliza la causa de los Seguros y las denuncias de la ex primera dama Fabiola Yáñez por violencia de género mientras intenta morigerar sus diferencias internas. Hasta última hora del viernes se afirmaba en el palacio gubernamental que Victoria Villarruel participaría junto a Milei en la Cena de Camaradería de las Fuerzas Armadas, que finalmente se desarrolló como todos los años en el Edificio Libertador -sede del Ministerio de Defensa- sin su presencia. El entorno de la vicepresidenta señaló que “ella no va adonde no la invitan” y añadió que la presidenta del Senado “lamenta no poder acompañar a los camaradas de su padre y abuelo”. El titular de la cartera, Luis Petri, se desentendió del tema adjudicando las convocatorias a Presidencia de la Nación, intentando despejar cualquier responsabilidad que pudiera caberle. El capítulo ya arrastraba una diferenciación en los actos por el 17 de agosto, Milei en Buenos Aires y Villarruel en Mendoza, lugar al que finalmente no se trasladó, se comunicó desde el Senado, por “problemas de baja presión”. Los asesores de LLA infieren que la saga continuará, pero afirman que es el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien intenta acercar posiciones, pero por ahora sin resultados positivos.

Agenda legislativa y presidencial

En referencia a lo que se viene en el Congreso, otro colaborador del núcleo íntimo libertario reparó en que “si se vota algo razonable en jubilaciones por ahí se acepta, si rompe el equilibrio fiscal se vetará”. Allí, en la Cámara baja, obtuvo media sanción el proyecto de ley que presentó el diputado de Propuesta Republicana, Alejandro Finocchiaro, que de ser aprobado en el recinto senatorial obligará a las escuelas a abrir los días en que los docentes realicen paros. “Vamos cumpliendo con todo lo prometido”, expuso una de las funcionarias que participa de las reuniones del Gabinete nacional, que se manifestó sobre la visita de legisladores de La Libertad Avanza a ex militares detenidos en Ezeiza por delitos de lesa humanidad. “Me enteré por los diarios, igual visitar y llevar un celular no es delito, hay una ley que lo reglamenta”, remarcó la reconocida dirigente que aseveró, también en off: “Yo no hubiera ido”. Por último, ratificó que “el Gobierno no tiene en agenda ningún proyecto de indulto”.

La semana que viene, el mandatario viajará a México acompañado por su hermana Karina con el objetivo de asistir a una nueva Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC, por sus siglas en inglés), un foro de la denominada nueva derecha mundial, que en esta ocasión será organizado por el actor y ex aspirante independiente a la candidatura presidencial de ese país, Eduardo Verástegui. La vocería oficial notificó a los periodistas acreditados en Casa Rosada, que además, Javier Milei se reunirá con empresarios aztecas en la CDMX. Por su parte, el propio Andrés Manuel López Obrador se encargó de informar que no recibirá a su par argentino, con quien mantiene profundas diferencias ideológicas.