La Libertad Avanza ya se embarcó en la principal batalla que deberá afrontar en lo que le resta de su mandato. Se trata de intentar aprobar las iniciativas que envió al Congreso para ser tratadas en sesiones extraordinarias.
Pese a los tiempos acotados y una resistencia que crece en torno al proyecto de modernización en el rubro del trabajo, los capitostes de Casa Rosada le bajan el precio a la marcha de la CGT y apuestan a sumar voluntades en un Congreso nacional muy fragmentado

La Libertad Avanza ya se embarcó en la principal batalla que deberá afrontar en lo que le resta de su mandato. Se trata de intentar aprobar las iniciativas que envió al Congreso para ser tratadas en sesiones extraordinarias.
La importancia que le otorgan los jerarcas mileístas al Presupuesto 2026 es menor comparada con las que le da a las reformas que impulsa con el objetivo de desregular ‘el mercado del trabajo’, como lo denominan en la Casa Rosada. Esa es la más polémica y compleja de las modificaciones que promueve el poder central, y de la cual ya se han presentado disidencias desde el vamos. En principio, debido al cuerpo legislativo por el que ingresó: el Senado.
“Hay una ley de los ’90 que dictamina que para que un proyecto tenga que ingresar por Diputados tiene que tener enfoque impositivo pero el eje de la Reforma Laboral no está puesto en lo impositivo. Tiene más de 200 artículos y hemos dispuesto que entrara por la Cámara alta porque ahora la tenemos ahí a Patricia (Bullrich) y eso da más chances de que salga”, le señaló a El Litoral un alto asesor presidencial, que añadió: “Vamos a tratar de correr para que todo se apruebe en diciembre”.
Las primeras voces que se escucharon contra la normativa que el Poder Ejecutivo Nacional giró al Parlamento provinieron del kirchnerismo y la representación del FIT. Asimismo, se elevaron quejas desde el fuero laboral nacional y la calle Azopardo 802, sede de la Confederación General del Trabajo.
El primer gesto lo tuvo el titular de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina, Gerardo Martínez, al ausentarse de la presentación final del informe del Consejo de Mayo. “Él no iba a ir a avalar eso con su presencia, iría en contra de nuestros intereses”, le comentó a este medio uno de los hombres de la principal organización sindical del país.
Tras varias deliberaciones, el Consejo Directivo de la central gremial convocó a una movilización en repudio a la nueva reglamentación que impulsa la administración Milei. Ya se plegaron al evento que se realizará en la Plaza de Mayo el próximo jueves 18 de diciembre (a las 15 hs) varios partidos de la izquierda; cuerpos de delegados y comisiones internas de diversas empresas que están atravesando Procesos Preventivos de Crisis (PPC) y problemas salariales; centros de estudiantes de colegios secundarios y universidades; gremios docentes, organizaciones sociales; de jubilados y de derechos humanos, entre otros sectores. Muchos de ellos le reclaman a ‘Los Gordos’ que sumen a la medida un paro nacional con la finalidad de ampliar la concurrencia a la marcha.
En el ala sur de Balcarce 50 se pronunciaron rápidamente al respecto. "Está muy bien que se movilicen, pero por la vereda", advirtió uno de los altos funcionarios del Gobierno nacional, que le expresó a este diario que no van a convocar a la CGT para dialogar por la Reforma Laboral.
"A nosotros nos conviene que se movilicen porque así la gente, cuando lo mira por TV, recuerda quienes son esos muchachos". El mismo informante desestimó la protesta, al afirmar que, “va a durar poco, va a ser muy breve y sinceramente no es algo que nos preocupe. Tampoco creo que sea masiva", opinó.
Aprovechando la presencia del dirigente violeta con despacho en el palacio rosado, este medio lo interrogó sobre cómo será el operativo de seguridad que se montará para la ocasión. "No tenemos pensado nada específico ni especial en ese aspecto. Lo que sí vamos a hacer es que se cumpla el protocolo", reparó.
Casi a coro, el funcionariado de LLA asegura que los gremialistas dicen una cosa puertas adentro y otra cuando hablan públicamente.
“Ellos están de acuerdo en la mayoría de las modificaciones, ahora, además de proteger sus cajas, el dilema que tienen es el de sus bases que los presionan para que opongan resistencia, que se nota a la legua, no es más que una sobreactuación”, refrendó otro asistente de la mesa política, que anexó: “Martínez (UOCRA) avaló los cambios que se consensuaron en el Concejo (de Mayo) y después salió a criticarlos pour la galerie. Hasta les dijo a ustedes (prensa acreditada), según me enteré, que nosotros éramos un gobierno de autistas. La verdad es que ese doble discurso y esas formas no conducen a nada”, sentenció.
Lo cierto es que, más allá de estos cruces, el capítulo sindical que el Gobierno había prometido sacar del proyecto de Modernización forma parte del articulado. La ira gremial proviene de la parte del texto en donde se modifica el sistema de ’aportes obligatorios y de ‘cuota solidaria’.
Estos pagos se harían efectivos si es que el trabajador deja explícitamente aclarado que quiere que los fondos vayan a la arcas de las organizaciones laborales, estén afiliados o no. La posible caída de esos flujos de dinero pondría en riesgo la sustentabilidad de la llamada ‘burocracia sindical’. Ahora debe activarse, a contrarreloj, un mecanismo de negociación muy intenso.
La ex ministra de Seguridad -y de Trabajo en la gestión de Fernando De la Rúa-, Patricia Bullrich tiene la intención de dar inicio al debate en las comisiones de Legislación del Trabajo y Presupuesto y Hacienda el miércoles que viene. La primera jornada tendrá un carácter informativo, en la que participarán delegados de la Casa de Gobierno y diversos especialistas.
El jueves podría avanzar el debate legislativo con la firma del correspondiente despacho. Con la Navidad y el Año Nuevo pisándole los talones, la senadora ex presidenta del PRO, prevé como fecha tentativa para la sesión, el lunes 29 de diciembre. El llamado por ahora se realizó informalmente y tiene como sentido que los legisladores que garanticen el quórum y el voto a favor no falten a la cita y no se compliquen con los pasajes a la hora de retornar a sus provincias. Está claro que la batalla, recién comienza.




