La localidad de Franck volvió a ser escenario de un gesto solidario que se ha consolidado como parte de la identidad comunitaria.
El Cuartel de Bomberos Voluntarios de Franck llevó adelante la 11ª edición de la campaña de donación de sangre, una iniciativa que busca promover la solidaridad comunitaria y concientizar sobre la importancia de este acto fundamental para salvar vidas.

La localidad de Franck volvió a ser escenario de un gesto solidario que se ha consolidado como parte de la identidad comunitaria.
En las instalaciones del Cuartel de Bomberos Voluntarios se desarrolló con éxito la 11ª edición de la campaña de donación de sangre, una actividad que año tras año convoca a vecinos comprometidos con la salud pública y la ayuda al prójimo.
Desde la organización destacaron que la iniciativa tiene un doble propósito: garantizar la disponibilidad de sangre para situaciones de emergencia y tratamientos médicos, y fomentar la toma de conciencia sobre la importancia de donar de manera regular.
“Donar sangre es donar vida”, señalaron los referentes de la campaña, remarcando que cada unidad recolectada puede ayudar a salvar hasta tres vidas.
La jornada transcurrió con una participación constante de donantes voluntarios, muchos de ellos habituales y otros que se sumaron por primera vez motivados por el espíritu comunitario que caracteriza a estas convocatorias. Profesionales de la salud y personal especialmente capacitado acompañaron el procedimiento, asegurando un entorno seguro y adecuado para cada donante.
Las autoridades locales y miembros del cuerpo de Bomberos expresaron su agradecimiento a todos los participantes, subrayando que este tipo de acciones fortalecen los lazos comunitarios y reafirman valores como la solidaridad, la empatía y el compromiso social. Asimismo, adelantaron que ya se trabaja en futuras ediciones para continuar consolidando la cultura de la donación en la localidad.
Con esta nueva campaña, Franck reafirma su vocación solidaria y su disposición permanente a promover iniciativas que contribuyan al bienestar colectivo.
La comunidad de Franck celebró un acontecimiento especial: los diez años de la Escuela Comunal de Arte y Oficios, una institución que durante la última década se convirtió en un pilar para la formación, la expresión artística y el desarrollo de oficios en la localidad.
El festejo se llevó a cabo en las instalaciones de la propia Escuela, donde alumnos, docentes, familias y autoridades compartieron una jornada cargada de emoción y sentido de pertenencia.
La celebración incluyó muestras abiertas de todos los talleres y cursos que se dictan en el establecimiento. A lo largo de la jornada, quienes se acercaron pudieron disfrutar de exposiciones, demostraciones en vivo y presentaciones que dieron cuenta de la diversidad y el crecimiento del proyecto educativo.
La música, la danza, las artes plásticas y distintas propuestas vinculadas a los oficios tuvieron su espacio para mostrar el trabajo realizado durante el año y la evolución constante que caracteriza a cada grupo.
Uno de los momentos más emotivos fue el descubrimiento de la placa conmemorativa por los 10 años de la Escuela, un gesto simbólico que reconoce el esfuerzo, la dedicación y el compromiso que hicieron posible esta trayectoria. Directivos, docentes y alumnos acompañaron el acto, que permitió revivir los inicios del proyecto y valorar el camino recorrido.
La celebración también incluyó el acto formal y la entrega de certificados a los participantes de los distintos talleres, un cierre que reunió a estudiantes de todas las edades y evidenció la importancia del aprendizaje continuo en la comunidad.
En esta ocasión, la Escuela entregó reconocimientos especiales. Uno de ellos fue para Oscar Ritter, por su visión y decisión política que posibilitaron la creación de la Escuela Comunal de Arte y Oficios. Su aporte fue destacado como fundamental para dar impulso a un proyecto que hoy se consolida como referencia en educación y cultura.
Asimismo, se extendió un agradecimiento a Asociación Unión Tamberos Cooperativa Limitada, que durante una década brindó sus instalaciones para el desarrollo de actividades formativas. Este acompañamiento institucional fue resaltado como un ejemplo de compromiso comunitario y apoyo a la educación local.
El festejo por los diez años de la Escuela no solo repasó su historia, sino que reafirmó su misión: ser un espacio de encuentro, aprendizaje y creación, donde cada integrante de la comunidad pueda desarrollar sus talentos y proyectar nuevos horizontes.




