"Chabela" tenía 78 años cuando murió adentro de su casa de calle Azopardo al 6800 de la ciudad de Santa Fe, la mañana del jueves 15 de diciembre de 2022.
La víctima tenía 78 años y fue asesinada en su casa de barrio San Martín, en diciembre de 2022. La mujer prácticamente no tenía familia, más que una hermana mayor, por lo que nunca hubo marchas para pedir justicia, pero la investigación nunca se detuvo.

"Chabela" tenía 78 años cuando murió adentro de su casa de calle Azopardo al 6800 de la ciudad de Santa Fe, la mañana del jueves 15 de diciembre de 2022.
Su nombre completo era María Isabel Di Stéfano y se trataba de una histórica vecina del lugar, a escasos metros de la emblemática Curva Roces (en el cruce de avenida Blas Parera y calle Estanislao Zeballos).
Por algunas lesiones halladas en el cadáver, se estableció que la mujer había sido víctima de un brutal ataque, pero en esa primera instancia no se pudo determinar la causa de muerte.
Hace unos días, en el Instituto Médico Legal de Rosario se realizó una segunda autopsia y los peritos llegaron a la conclusión de que había sido asesinada con una "técnica mixta" por estrangulamiento y sofocación. Ahora, el fiscal del caso, el doctor Gonzalo Iglesias, imputo por homicidio simple a una sobrina de la víctima, a quien además se le dictó la prisión preventiva.
La acusada se llama Silvina Guadalupe Peretti y tiene hoy 44 años. Es hija adoptiva de una fallecida hermana de Isabel, que le brindó un lugar para vivir y le ayudaba con la comida y otros gastos. Cada una tenía su casa, pero ambas estaban en la misma propiedad y compartían el pasillo para salir a la calle.
Vecinos de la zona aseguran que las agresiones de Peretti a Di Stéfano eran frecuentes. "Cada tanto, la veíamos con lastimaduras, llorando", repiten. La golpeaba, la amenazaba, la tenía "acorralada".
En una oportunidad, cuentan, la dejó encerrada del lado de afuera de su domicilio. "Si le cocinaba algo y no le gustaba, le tiraba el plato y la obligaba a comprar comida hecha", puntualizó uno de los investigadores.
Cuando su sobrina comenzaba a violentarse, la tía buscaba refugio en casa de alguna vecina. Le tenía miedo.
En dos oportunidades, "Chabela" llegó a radicar denuncias en oficinas del Poder Judicial: la primera fue en 2018 y la segunda un par de días antes de ser asesinada. Quien la atendió la última vez, le dio un botón antipánico que ella nunca llegó a utilizar.
Entonces, "Chabela" le contó al funcionario judicial que su sobrina le había pegado una patada con tal fuerza que sólo arrastrándose pudo salir a la calle para pedir ayuda a un vecino. No obstante, le explicó que no podía dejarla sola: "Soy lo único que ella tiene. Siempre le doy todo, pero no es recíproco", se lamentó Isabel.
Se sabe, por algunas cámaras de vigilancia privada de vecinos, que Di Stéfano salió de su casa la tardecita del día miércoles 14 de diciembre de 2022 para hacer un mandado y regresó poco después. Las imágenes muestran que su sobrina llegó al día siguiente, durante la madrugada. Cerca de las 9.15, Peretti le avisó a una vecina que su tía estaba muerta.
En ese momento se inició una investigación que -más de dos años después- llevó a la detención de la sobrina. Por disposición del fiscal, esa mujer había sido revisada por el médico policial poco después de la tragedia.
El profesional constató que tenía ella arañazos en uno de sus antebrazos. Posteriormente, debajo de las uñas de "Chabela" se hallaron restos de piel cuyo ADN se correspondía con el de su sobrina.
"La mujer investigada atacó a la víctima mediante golpes de puño y además la agredió con un objeto contundente", especificó el fiscal Iglesias en la audiencia de medidas cautelares.
"Tras haberle generado múltiples heridas en diferentes partes del cuerpo (tenía traumatismos en la región cervical y una mordedura en una de sus manos, entre otras lesiones), la asfixió hasta que causó su muerte", agregó.
La fiscalía sostiene que Peretti es imputable, en base a lo dictaminado por profesionales de la salud de la Policía de Investigaciones. No obstante, ahora será la Junta Especial de Salud Mental la que fije su posición respecto de este punto. Si ese equipo interdisciplinario llega a la misma conclusión, Peretti será llevada a juicio oral por el Ministerio Público de la Acusación.
Peretti quedó en prisión preventiva, por disposición del juez de la Investigación Penal Preparatoria (IPP), Sergio Carraro, en una audiencia desarrollada en los tribunales de la capital provincial.
El fiscal Gonzalo Iglesias, quien solicitó la medida cautelar, valoró luego: "Más allá de que la abogada defensora de la imputada solicitó alternativas no privativas de la libertad, el magistrado analizó las particularidades del caso e hizo lugar a nuestro requerimiento".
El funcionario del MPA informó que "el juez consideró que las evidencias que presentamos son suficientes para sostener la atribución delictiva en esta etapa del proceso penal".
Por otro lado, expuso que "el magistrado contempló que la pena en expectativa es a prisión efectiva y afirmó que los riesgos de fuga y de entorpecimiento probatorio estaban latentes, por lo que la preventiva era necesaria para contrarrestarlos".




