Crímenes narcos: "Toda mi vida fui delincuente, yo ando matando gente"

Del reciente pedido de elevación a juicio para un narco de la ciudad de Santa Fe relacionado a la banda Los Monos, surgen una serie de evidencias que llevaron al fiscal federal Walter Rodríguez a pedir que se profundicen ciertas líneas de investigación en torno a la figura del "Tucu" José Matías Ruiz (38).

Una de ellas es el crimen, con claro tinte mafioso, de un muchacho de 31 años, cometido en 2014 en el barrio Barranquitas. Pero también otros hechos de sangre ocurridos en Rosario.

"Yo se lo mate a Matías González, nunca se enteraron de nada, la Jesi sabía, se lo maté ahí en Barranquitas el más carteludo que tenían, un tiro en la cabeza le dí, con el Cani. Después lo maté al Cani jaja", festeja el "Tucu" Ruiz el 7 de septiembre de 2022, sin saber que todos sus diálogos estaban siendo grabados por la Policía Federal.

La referencia remonta a octubre de 2014, cuando Rodrigo Matías González fue ejecutado delante de su novia, mientras conducía una moto en la esquina de Juan del Campillo y avenida Perón, en la zona oeste de Santa Fe. La víctima recibió un disparo en la cabeza el 19 y falleció el 25 de octubre en el hospital Cullen.

Por ese caso el fiscal Rodríguez remitió copia al fiscal Andrés Marchi, de la Unidad Especial de Homicidios del Ministerio Público de la Acusación (MPA) de Santa Fe, "por si resulta de relevancia".

En Rosario

Un capítulo aparte merece el análisis del arma secuestrada en la casa que Ruiz compartía con su pareja Stefanía Peñaloza, en el barrio 29 de Abril. Para la Fiscalía pudo haber sido utilizada en la comisión de al menos un crimen en Rosario y que investiga la justicia provincial.

A partir de una coincidencia arrojada por el Sistema Nacional Automatizado de Identificación Balística (SAIB), el informe técnico permitió concluir de que la pistola secuestrada en poder de Ruiz y Peñaloza percutió dos vainas servidas que habían sido incautadas en el marco de una causa asignada al Ministerio Público de la Acusación de Rosario.

La víctima es Julio Oscar Aquino, asesinado el 24 de abril de 2016 en las inmediaciones de avenida San Martín e Hilario de la Quintana de Rosario. Un hecho de "características mafiosas" que "estaría vinculado con la venta de droga", apunta el fiscal. Ese día, Aquino iba en una Ford EcoSport cuando fue interceptado por un Renault Clio, desde el cual le descargaron 8 disparos.

"Soy delincuente"

"No puedo dejar de lado una serie de diálogos ilustrativos que me llevan a sostener que Ruíz utilizaba armas para infundir temor con distintos objetivos, entre los cuales estaba el propósito de hacer efectivo sus reclamos patrimoniales vinculados al comercio de drogas", señala el fiscal Rodríguez en uno de los pasajes del escrito elevado al juez federal Nº 2, Aurelio Cuello Murua esta semana.

El representante del Ministerio Público Fiscal expuso otra confesión surgida de las escuchas telefónicas en las que Ruiz muestra su carta de presentación. En charla con un tal "Tordo", el 30 de septiembre del año pasado dijo: "Yo soy delincuente, toda mi vida fui delincuente, yo ando matando gente, tirando tiro, vendo droga, robo".

Para la Fiscalía los diálogos son una "muestra representativa para comprender la extensión del fenómeno que gira en torno a la narco criminalidad" (…) "que se caracteriza por el uso de la violencia extrema". Por ello, "escindir los delitos de tenencia de armas vinculados al narcotráfico -por razones de competencia material- atentaría contra una correcta interpretación de las reglas de la competencia", analiza.

Al alcance de los niños

De las escuchas se desprende que el "Tucu" Ruiz manejaba todo tipo de armamento, desde los calibres más pequeños, como un 22 a otros de mayor potencia, como lo son "una metra" o "la Itaka".

En una de las conversaciones, se advierte que Ruiz intenta vender una pistola que tenía en la casa. "Viste mi mujer por los chicos -explica-, los pibitos la manotean a cada rato boludo". "Para que no haya problemas", dice, "si total, pistolas hay una banda".

También en charla con un tal "Chino" le cuenta que "ahí tengo la Itaka" y el otro le contesta: "Sí, ya se que tenés todos los caños". "Tengo una metra de cuatro y media", agrega Ruíz y el Chino le responde "está para hacerla sonar".