El hallazgo de los restos óseos de Diego Fernández Lima, desaparecido en 1984, en una vivienda del barrio porteño de Coghlan, abrió una nueva etapa en la investigación. Este viernes, Cristian Graf, ex compañero de la víctima, declara como imputado por encubrimiento. Su defensa aseguró que “responderá libremente” ante la Justicia.
Un caso que parecía cerrado
El juez Alberto Litvack aceptó el pedido del fiscal Martín López Perrando, titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°61, para que Graf, de 58 años, comparezca a prestar declaración indagatoria. En diálogo con la agencia Noticias Argentinas, su abogado confirmó: “Se va a presentar y va a responder libremente todo lo que le pregunten el fiscal y el juez”.
La familia de Diego Fernández Lima se presenta como querellante.López Perrando sostiene que, tras el hallazgo, el acusado habría desplegado “maniobras unívocas destinadas a encubrir el hecho precedente”. Según la investigación, su conducta evasiva ante testigos y autoridades, sumada a su pasividad frente al descubrimiento de los restos, resultaría incompatible con la inocencia.
El vínculo con la víctima
Para el fiscal, Graf comenzó a mostrar un interés repentino en el caso solo cuando se confirmó la identidad del cuerpo. Fernández Lima había sido su compañero en el segundo año de la Escuela Nacional de Educación Técnica (ENET) N°36 “Almirante Brown”, en 1983.
El representante del Ministerio Público Fiscal subrayó que “la sola presencia del cuerpo de un adolescente enterrado en el fondo de una vivienda habitada de manera continua por la misma familia justifica indagar a sus ocupantes históricos para conocer la verdad detrás del hallazgo”.
Un misterio que persiste desde 1984
Aunque la causa prescribió, el fiscal López Perrando insiste en avanzar para ofrecer respuestas a los familiares del adolescente, que esperaron más de cuatro décadas por saber qué ocurrió.
Diego Fernández Lima fue visto por última vez el 26 de julio de 1984. Ese día regresó del colegio, almorzó con su madre y le pidió dinero para tomar el colectivo. Desde entonces, su paradero fue un enigma.
Cristian Graf habló brevemente con la prensa tiempo atrás.Después de 41 años, sus restos y algunas pertenencias fueron hallados enterrados en el patio de un chalet del barrio de Coghlan. La propiedad, tiempo después, fue alquilada por el músico Gustavo Cerati entre 2001 y 2003, un dato que sumó impacto mediático al ya conmocionante descubrimiento.
La propiedad pertenecía a la familia de Olga Schuddekopf y en un período también funcionó como sede de la iglesia Santa María. Para la Justicia, la identificación de los restos y las nuevas pistas podrían abrir un camino hacia el esclarecimiento definitivo de lo sucedido.