¿Eliminar los carbohidratos de la dieta perjudica la salud?
Expertos advierten que suprimir carbohidratos puede provocar fatiga, estreñimiento y deficiencias nutricionales, por lo que recomiendan priorizar la calidad de los carbohidratos.
¿Eliminar los carbohidratos de la dieta perjudica la salud?
Eliminar los carbohidratos de la dieta puede causar problemas físicos y mentales, advirtieron especialistas, tras vincular la moda de dietas muy bajas en hidratos con fatiga, problemas digestivos y mayor riesgo cardiovascular. La recomendación surge ante el auge de influencers y planes extremos que prometen pérdida de peso rápida y resultados inmediatos.
Los carbohidratos aportan la energía que necesita el sistema nervioso y los músculos, y son fuente de fibra, vitaminas y minerales. Reducirlos drásticamente tiene consecuencias documentadas y que muchos alimentos ricos en carbohidratos —cereales integrales, frutas y legumbres— también aportan nutrientes que difícilmente se reemplazan con otras fuentes.
Cuando la ingesta cae de forma brusca, el organismo agota las reservas de glucógeno en 24 a 48 horas y activa vías alternativas como la gluconeogénesis y la cetosis. Ese cambio metabólico produce síntomas inmediatos conocidos como “gripe cetogénica”, y en personas con diabetes puede aumentar el riesgo de cetoacidosis si no existe supervisión médica.
La calidad de los carbohidratos importa más que la cantidad en el control de peso y salud a largo plazo.
Efectos físicos yriesgos nutricionales
La ausencia de carbohidratos suele reducir el consumo de fibra, con el consiguiente aumento del riesgo de estreñimiento. La fibra soluble e insoluble, presente en granos integrales, frutas y legumbres, favorece la regularidad intestinal y mantiene la microbiota. Sin esa fuente, la frecuencia y calidad del tránsito digestivo suelen empeorar.
La restricción de hidratos reduce la ingesta de fibra y aumenta el riesgo de estreñimiento.
Muchas dietas muy bajas en hidratos muestran una pérdida de peso inicial que se explica por la pérdida de agua y glucógeno, no por una reducción sostenida de grasa corporal. Esa caída rápida puede resultar engañosa y dificulta la adherencia a mediano plazo, porque el hambre y la sensación de privación aumentan cuando faltan fuentes accesibles de carbohidratos.
Al sustituir carbohidratos por grasas y proteínas de origen animal poco saludables, algunos estudios asociaron patrones dietarios con un mayor riesgo cardiovascular. Además, la eliminación amplia de cereales y verduras puede producir deficiencias de vitaminas del complejo B y otros micronutrientes esenciales para el metabolismo energético.
Consecuenciasnegativas
El cerebro utiliza carbohidratos como fuente preferente de energía; por eso, su restricción puede provocar cansancio, falta de concentración y apatía. La producción de neurotransmisores como la serotonina depende en parte de rutas metabólicas ligadas a los carbohidratos, y una reducción brusca puede afectar el estado de ánimo.
Para quienes realizan actividad física, los carbohidratos facilitan la recuperación muscular y el rendimiento. Estudios señalan que combinar carbohidratos con proteínas mejora la reparación muscular tras el ejercicio, por lo que una dieta muy baja en hidratos puede retrasar la recuperación y reducir la capacidad de entrenamiento.
La eliminación drástica de carbohidratos puede afectar la energía y el estado de ánimo.
La cetosis sostenida también puede asociarse con efectos secundarios como halitosis, deshidratación y alteraciones de la microbiota intestinal. Esos cambios influyen en la sensación de bienestar diario y en la estabilidad emocional, y pueden hacer menos sostenible cualquier plan alimentario extremo.
Ante estos riesgos, las investigaciones y especialistas coinciden en que no solo importa cuánto carbohidrato se consume, sino su calidad. Priorizar granos integrales, frutas, verduras y legumbres favorece el control de peso y la protección cardiovascular, mientras que carbohidratos refinados y grasas animales poco saludables elevan riesgos a largo plazo.
Antes de adoptar una dieta que suprima por completo un macronutriente esencial, los profesionales recomiendan evaluar objetivos y condiciones personales con un profesional de la salud o un nutricionista. Esa consulta permite ajustar el aporte de carbohidratos según la actividad física, las necesidades metabólicas y la prevención de deficiencias.