Los vecinos y automovilistas que utilizan por estos días las calles de barrio Candioti Sur de la ciudad de Santa Fe deben sortear un número importante de "corralitos" de la empresa Aguas Santafesinas (Assa), ubicados en las intersecciones de calles. Esto se debe a que están cambiando las tapas y el acceso a las bocas de registro del sistema cloacal, según informó a El Litoral la prestataria del servicio.
"Después de un relevamiento de las tapas de acceso a las más de 170 bocas de inspección de barrio Candioti -que es por donde se hace el mantenimiento de la red-, se detectaron problemas en la maniobrabilidad para el ingreso de personal en varias de ellas. Son más 50 tapas y marcos que se van a recambiar para facilitar el rastreo, que es la limpieza y aspiración de la red", indicó Germán Nessier, vocero de Assa.
En barrio Candioti, la red cloacal -tanto de cañerías primarias como secundarias- tiene una extensión de 25 kilómetros e involucra a unos 10 mil usuarios.
A esto se suma la reparación que debe hacerse por una rotura en la cañería de aguas de calle Alberdi a la altura del 3500. Este lunes por la tarde iba a interrumpirse el tránsito por ese motivo pero se postergó para el martes, a las 8, por razones operativas.
Por Necochea hay varios corralitos, también por Ituzaingo, entre otras calles. Crédito: Manuel FabatíaPrevenir obstrucciones
Desde Aguas Santafesinas (Assa) advirtieron, asimismo, que los problemas de obstrucción en la red cloacal tienden a agravarse durante el invierno debido a cambios en los hábitos alimenticios. Señalaron que en esta época del año aumenta la presencia de grasa en el sistema, y que, al solidificarse por las bajas temperaturas, se incrementan las obstrucciones. Explicaron que como las cloacas funcionan por pendiente, cuando se tapa un tramo, toda la cuenca cercana comienza a registrar inconvenientes.
Más allá del trabajo técnico que se realiza, desde la empresa remarcaron la importancia del buen uso domiciliario del sistema. Indicaron que persiste la idea errónea de que las cloacas funcionan como un "agujero negro" donde todo lo que se arroja desaparece, cuando en realidad solo deben verterse líquidos provenientes del baño, la cocina y el lavadero.
Advirtieron que elementos como algodones, apósitos, trapos, pañales, juguetes, maderas, aceites usados o restos de comida no deben descartarse por esa vía, ya que generan serios problemas en el funcionamiento del sistema.