Cómo es y de qué manera llegó la llamativa ave de "cejas amarillas" a la Reserva Urbana de Santa Fe
Es una especie típica del litoral, pero nunca había sido avistada en ese pulmón natural de la ciudad. La clave: los jardines polinizadores. Hay otras dos llamativas especies que fueron detectadas: sus características.
Cómo es y de qué manera llegó la llamativa ave de "cejas amarillas" a la Reserva Urbana de Santa Fe
Aunque el Cachilo Ceja Amarilla no lo sepa ni remotamente, por estos días se convirtió en una de las especies “vedette” de la Reserva Natural Urbana del Oeste, que depende del municipio capitalino. Es que si bien es una especie de ave autóctona, que está en los pastizales y en parajes rurales, es la primera vez que se avistó en el gran pulmón natural de esta capital.
Tiene sus apodos: “chingolo” o “gorrioncito”, pero eso sí: de ceja amarilla. Es su marca distintiva. El ejemplar fue detectado y fotografiado por los especialistas de la reserva el 29 de mayo, y pasó a ser la especie número 214 registrada en ese bellísimo pulmón verde y natural, ubicado en Gorostiaga 4659 de la ciudad de Santa Fe.
Es una especie típica de la pampa y del litoral argentino. Pero como se dijo, se registró por primera vez en la reserva. Mide unos 11 centímetros, el pecho y el abdomen son de color gris, sus alas grisáceas con manchas negras y tiene manchitas amarilla en cada una. Se alimenta de semillas y de larvas. Pero además, se detectaron otras dos especies (ver más abajo).
Jardines polinizadores
“En la reserva comenzamos a hacer unos jardines polinizadores hace un tiempo”, le explicó a El Litoral Pablo Capovilla, experto en aves, guía e intérprete de naturaleza. Con su colega Eduardo Beltrocco trabajan en la Reserva Natural Urbana del Oeste.
Estos jardines o canteros “son sectores de la zona de uso público de la reserva en los cuales agregamos algunas plantas que son hospederas de mariposas, y dejamos crecer el pasto libremente y todas las plantas que van a salir al azar en cierta forma”, agregó luego.
Esos canteros polinizadores hoy ya tienen una muy buena cantidad de plantas distintas. “El 29 de mayo, cuando llegamos a la reserva, nos encontramos con este pajarito pequeño que andaba por el piso, entre los pastos, entre cortaderas o colas de zorro, y después volvió. Cuando lo pudimos fotografiar, resultó que era esta especie”, explicó.
La especie de Doradito Pardo. Crédito: Gentileza P. Capovilla
“Entendemos que estos canteros polinizadores sirvieron; muy probablemente el Cachilo Ceja Amarilla los encontró y los vio como un muy buen lugar para comer un rato, y para descansar. Esta es la nueva especie y es la número 214 que registramos en la reserva”, apuntó Capovilla.
“Aquí sucede mucha vida”
“Estamos muy contentos -agregó el experto en aves-, porque también creemos que esta aparición indica algo bueno. Que cada vez más especies vayan apareciendo en la reserva quiere decir que a este ambiente que protegemos tanto va cambiando, porque se va enriqueciendo. Para nosotros eso es muy importante”, subrayó el especialista.
Pero además, estos canteros que se planearon y se fueron gestionando “también son una oportunidad para las personas que tienen algún problema de motricidad y no pueden recorrer todo el sendero de la reserva. En la zona de uso público, apenas se ingresa (a la reserva), se pueden apreciar estos canteros: allí sucede mucha vida”, enfatizó.
En los canteros “hay muchas interacciones ecológicas, tanto con las mariposas pero también con polinizadores varios, que van trayendo algunos insectos, incluso picaflores. Y esos insectos atraen a otras aves y bueno, se va haciendo toda esta cadena hermosa que sucede en la naturaleza”, resaltó Capovilla.
Doradito cantor y Atajacaminos “dormilón”
En lo que va del año, sumando al Cachilo Ceja Amarilla, se detectaron tres especies de aves nuevas en la Reserva Natural Urbana del Oeste.
“Apareció un Doradito Pardo. Es una ave también pequeña, y hay varias especies muy similares respecto de las características físicas, por lo cual la única manera de identificarlo correctamente es por el reconocimiento de su canto”, explicó Capovilla.
Así se detectó este Doradito Pardo -por su canto-. “Es una especie de aves categorizada a nivel de amenaza en el contexto mundial. Nos parece interesante resaltar que esté con nosotros, que usa el totoral y todo el ambiente de la reserva, ya que es, insisto, una especie en peligro”, adujo luego.
Especie de Atajacaminos Ñañarca. Crédito: Archivo
La tercera especie apareció hace poco y se llama Atajacaminos Ñañarca. “Es una especie de ‘dormilón’. Podemos verlo cuando vamos por los caminos rurales al anochecer, y se ven sus ojitos en los bordes del camino que luego salen volando. Ese es el Atajacaminos”, contó Capovilla.
Esta es una especie que hace su migración en esta época del año, a finales del otoño y en el invierno. Viene del oeste sobre todo de la Argentina, porque descienden las temperaturas en las tierras altas y buscan en las tierras más bajas un poco más de alimento y de temperaturas un poco más elevadas”, cerró el experto.
Para visitas
Para coordinar visitas guiadas y obtener más información sobre la Reserva Natural Urbana del Oeste, los interesados deben comunicarse al e-mail reservadeloeste@santafeciudad.gov.ar.