"Siempre quise pintar, desde chico. No sabía por qué, hasta que me di cuenta de la función social que cumple el pintor, que es, esencialmente, reaccionar frente a los problemas".
Entre los años 40 y 90, su obra pasó del realismo paisajista a la exploración expresionista y abstracta. Mantuvo siempre la sensibilidad frente a la ciudad y sus habitantes.

"Siempre quise pintar, desde chico. No sabía por qué, hasta que me di cuenta de la función social que cumple el pintor, que es, esencialmente, reaccionar frente a los problemas".
Lausen Freyre Beñatena nació en Rosario el 25 de abril de 1911, pero su derrotero artístico se forjó en Santa Fe, donde vivió y murió en 1993.
Perteneció a la segunda generación de pintores santafesinos, junto a Enrique Estrada Bello, César Fernández Navarro, José Domenichini, Raúl Schurjin, Ricardo Supisiche, César López Claro y Matías Molinas, entre otros.
En sus trabajos, el río, los barrios obreros y las esquinas en penumbra dan cuenta que supo unir realismo, expresión y americanismo desde una mirada sensible con su entorno.
Jorge Taverna Irigoyen escribió en 2000 que "Freyre Beñatena fue, desde la niñez, un espíritu selectivo. Seleccionó amigos, juegos, lecturas, asombros. Pero por sobre todo, dio a su tiempo (el de la contemplación, el de las recreaciones sensibles) un valor especial".
"Dibujó desde niño; desde niño fue amigo de la línea como portadora de imágenes. Y se enamoró tempranamente del color; y lo usó en lápices y en pequeñas cajas de acuarelas, en épocas de estudiante", agregó.
Freyre Beñatena inició sus estudios en la UNL en 1938, pasó por la Escuela de Diseño Gráfico Leandro N. Alem y egresó del Liceo Municipal de Artes Visuales de Santa Fe en 1947 con el título de Profesor de Dibujo y Pintura.
Desde entonces, realizó afiches para el Congreso del Instituto Belgraniano y para la Dirección Nacional de Vialidad, además de murales que integran el patrimonio visual de Santa Fe.
Su obra fue reconocida con el Premio Adquisición en el Primer Salón Nacional del Litoral (1950) y el Premio del Salón Nacional de Santa Fe (1955). En 1992, la ciudad lo distinguió como Ciudadano Ilustre.
Su temática paisajista, de tono inicial realista, con escenas de gente humilde y barrios obreros, comenzó en los 50 a cargarse de acentos expresionistas. Luego, trabajó sobre los límites de la abstracción, investigando materiales, texturas y recursos.
Según subrayó Francisco Puccinelli, su colega "se distingue, sobre todo, por la inquietud en la constante búsqueda de nuevas técnicas que satisfagan a su espíritu emprendedor".
Utilizó la pintura al óleo, acuarela, otras pinturas al agua y realizó frescos utilizando la cera y la encáustica. "Supo adaptarse a esa difícil técnica, actualizándola con los productos de nuestros días", agregó Puccinelli.
Puccinelli remarcó también que su mirada sobre el paisaje "logra siempre conservar su personalidad, evitando caer en el error muy común de hacer de él mismo una tarjeta postal".
En octubre de 1978, la Municipalidad de Santa Fe acogió una exposición de 31 pinturas y acuarelas de Freyre Beñatena dedicada a esquinas y rincones de la ciudad que se va.
El 15 de octubre, Jorge Taverna Irigoyen reseñó la muestra en El Litoral. "No pocos artistas santafesinos han captado esos rostros de la ciudad vieja, sus paisajes ribereños, la atmósfera del barrio sur".
""Desde Estrada Bello a Puccinelli, pasando por Logarzo, Schurjin, Paganini, Severi, Cordiviola, Zapata Gollán, Domenichini, Pereyra Salva, López Carnelli, entre otros, han buscado recrear pincel o buril en mano- la ciudad pintoresca, con trasfondos".
"También Freyre Beñatena ha trabajado largamente en esta tesitura, como lo prueba esta muestra", indicó Taverna.
Y destacó "una lograda pintura sobre el barrio de la Quilmes” y acuarelas de “sensibles transparencias", como "Casita del Centenario" y "Vuelta del Paraguayo", dos obras "de indudable calidad y fina resonancia emotiva".
La retrospectiva homenaje a Freyre Beñatena, inaugurada en noviembre de 2000 en el Museo Municipal de Artes Visuales Sor Josefa Díaz y Clucellas, reabrió el diálogo entre su obra y las nuevas generaciones.
Aquella muestra fue una afirmación del lugar que el artista ocupa en el relato visual de la región, el de un pintor de lo cotidiano, del río, del barrio, del gesto americano.
Años más tarde, en 2017, el Museo Provincial Rosa Galisteo de Rodríguez incluyó sus trabajos en la muestra "Familia de artistas. Hacia el centenario", una revisión del acervo histórico de la Asociación de Artistas Plásticos Santafesinos (AAPS).
En el texto curatorial, Taverna Irigoyen escribió: "Una familia suma miembros y generaciones. Tiempos y memorias. Es el espacio cronológico en que se dan diversidad de decisiones y actitudes. También de crecimientos. Una familia marca lenguajes que configuran o contribuyen a configurar rumbos y sentimientos".
Allí, junto a otros nombres, la presencia de Freyre Beñatena reafirmó su pertenencia a la genealogía de artistas que moldearon la identidad plástica santafesina.




