Nueva Pompeya, un barrio donde la gente evita la calle

Peligroso. Todos los vecinos que conversaron con Crónicas de Barrio remarcaron que nadie está exento de salir de su casa y no volver más. “Es terrible lo que está pasando acá”, dijeron.

Hasta no hace muchos años, recorrer un barrio alejado del centro de la ciudad tenía un sabor especial, un condimento extra que no existía en las jurisdicciones delimitada por bulevares. En los barrios se veían verdaderas postales: jubilados sentados en la vereda tomando mates y leyendo el diario, mujeres haciendo mandados con el típico changuito o la bolsa cuadrillé y, algo infaltable, los chicos dando vueltas a la manzana en bicicleta. Nueva Pompeya era uno de esos barrios.

“Yo me crié en las calles de este barrio. En una época donde no pasaba nada y todos los vecinos éramos una gran familia”, cuenta una mujer detrás de una ventana. Y aclara: “Hoy, Nueva Pompeya no es la de aquellos años. Tenemos que vivir así: encerrados y evitando la calle porque podés quedar en el medio de un tiroteo, como le pasó a un nene de once años en octubre y murió”.

Crónicas de Barrio llegó a la jurisdicción alrededor de las 10 de la mañana. Las calles estaban vacías. Evidenciaban que la gente del lugar evita circularlas. A esa hora, calle Matheu, entre San Juan y San José, brindaba una imagen diferente. Es que allí se encuentra el comedor Los Gurisitos y a esa hora un centenar de personas asistía a buscar la vianda. Otra característica del barrio es que todos los negocios atienden detrás de las rejas.

Sobre los principales reclamos de la gente, Crónicas de Barrio pudo saber que lo que más aqueja es la inseguridad, ya que hay tiroteos entre bandas antagónicas casi a diario, y el estado de las calles -que son de tierra- es pésimo. “Las ambulancias y los remises acá no entran por dos motivos. El primero, la inseguridad. El segundo, los pozos que tienen las calles”, comentó una vecina.

Repasando la historia

En el mapa de barrios de la ciudad, esta populosa jurisdicción se localiza en el norte. Sus barrios vecinos son Peñaloza Norte, Las Delicias, Transporte, Belgrano, San José y Pompeya Oeste.

Por 1970, lo que hoy es Nueva Pompeya constituía un paraje semidespoblado. Allí residían unas 1.500 familias, con un promedio de seis hijos cada una.

Las tierras de este barrio, en sus orígenes, eran quintas que loteó la inmobiliaria Bobbio. Y ese loteo fue clave para la urbanización del barrio ya que se trazaron las calles y se proyectaron servicios. Más tarde se pavimentaron las avenidas y llegó cierto progreso a la zona.

Postales ///

Sin espacios verdes. De haber alguna plaza en el barrio, quizás estos chicos no estarían en el medio de un basural buscando algún juguete que haya ido, por error, a la bolsa de la basura. Encontrarían diversión en una hamaca o tobogán de una plaza.

Recolección matutina. El servicio de recolección de residuos es considerado en el barrio “muy bueno”. Los vecinos dicen que pasa siempre y de mañana.

El almuerzo. En el comedor Los Gurisitos cocinan a diario más de 300 raciones de comida para familias carecientes del barrio. La entrega de viandas empieza a partir de las 10 de la mañana.

Intransitables. Las calles internas del barrio están en estado calamitoso. A raíz de ello, y también por un tema de seguridad, no ingresan ambulancias, taxis ni remises.