Por Sergio Ferrer
Marcos René Maidana está frente a una gran oportunidad. Está ante el momento, la pelea y el rival justos para seguir adelante en este negocio. A él, lo contratan porque es un tremendo pegador y porque da grandes espectáculos, pero es evidente que todavía puede crecer, y que para ello debe evolucionar un poco más. Es un peleador joven (27 años), agresivo y visceral, pero que debería combatir mejor perfilado, no ser tan vulnerable y frontal. Tal vez por estos motivos tomó distancia de Miguel Díaz y terminó eligiendo como entrenador al mexicano Rodolfo “Rudy” Pérez, previa búsqueda de Ignacio Beristain.
El caso de Maidana no hace a una cuestión de carencia de ortodoxia boxística, sino de falencias. El “Chino” sabe bien cómo meter un uppercut, pero comete errores que complican sus posibilidades y que son, fundamentalmente, de traslación y de perfil. Como no posee un jab desequilibrante (estirar la izquierda como si fuera un “plumero” no sirve), muchas veces quiere llegar al rival con derechazos ampulosos, tirados a “mansalva”, sin haber puesto su pie izquierdo como vanguardia. Hay boxeadores que pelean con las manos bajas, es cierto, pero cuidan muy bien la posición de sus pies al momento de enviar un golpe, y nunca están mal parados.
Maidana levanta sus brazos y se pone en guardia, pero no se defiende bien. Es un “animal” pegando (Amir Khan puede certificarlo), pero está estancado desde su combate con Andriy Kotelnik. Tiene que hacer un intento por agregar matices a su boxeo, y sólo podrá lograrlo con otro aporte más de dedicación, disciplina y paciencia. Dedicación, para seguir “mecanizando” los golpes que potencian su estilo, como una izquierda en punta que llegue y haga daño; disciplina, para aceptar que aún hoy debe corregirse (el cambio de rincón estaría evidenciando eso); y paciencia para no desesperarse si el nocaut tarda en aparecer.
El ejemplo a imitar puede encontrarlo en Julio César Vázquez, que con mayores limitaciones técnicas que él, pero una encomiable contracción al trabajo y mucho empeño, entre 1993 y 1994 consiguió superar claramente a boxeadores de mejor línea, como Aaron Davis, Ronald Wright y Tony Marshall.
Erik Morales es un peleador tronado y algo “gastado”, pero no es tan viejo como muchos suponen (34 años), sabe mucho y cuenta con una envidiable experiencia (21 de sus 57 peleas fueron por títulos del mundo y allí no están incluidas sus tres batallas con Manny Pacquiao). Por fortaleza física y empuje, Maidana puede ganarle. Tendrá que extremar sus recursos para hacerlo.
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