Con un tipo de cambio real multilateral que está 19,7% por debajo del promedio de los últimos 25 años (dato del Ieral) y un gobierno que insiste en no devaluar para generar competitividad, la baja de impuestos es el factor decisivo para "nivelar la cancha".
El objetivo también refleja la pretensión de un cambio de modelo, pasando de la alta carga fiscal -con récord en 2015- a una baja cuya formulación es aún incierta por parte del gobierno nacional.
Lo que se puede verificar es que el modelo de “más impuestos” ha venido creciendo, al menos hasta 2023. Durante las últimas tres décadas (1993-2023), la presión tributaria total en Argentina (nacional y provincial) ha mostrado una tendencia creciente, incrementándose en 6,2 puntos porcentuales del PBI, al pasar del 21,6% al 27,8%.
Según pasan los años. La carga fiscal, un marcador del modelo económico y político.La mayor parte de este aumento se explica por la recaudación nacional, que creció 4,9 puntos porcentuales, mientras que los tributos provinciales aportaron 1,3 puntos adicionales. En promedio, la Nación recauda el 83,5% del total, mientras que las provincias generan el 16,5% restante.
La evolución puede leerse en un nuevo informe de la Oficina Nacional de Presupuesto. El trabajo analiza la relación fiscal Nación-Provincias desde el punto de vista de los recursos para el período 1993-2023, incluyendo la recaudación nacional y su distribución primaria y secundaria, así como el comportamiento de los impuestos provinciales.
“La máxima presión tributaria se verificó en 2015 (31,5% del PIB), mientras que el menor valor se registró en 2002 (19,9%), año fuertemente condicionado por la crisis económica”, señala el reporte.
La clave del gasto público
De hecho el país -según un reporte de Inveq- pasó en el gasto público consolidado de un promedio en los ‘90 que representaba aproximadamente 29 puntos del PBI a 43 puntos en el año 2015, “que fue el récord de la serie", en coincidencia con la mayor presión fiscal.
¿Mejoró la economía en ese año? La respuesta tiene plataformas ideologizadas y partidarias. Vale señalar que los países de la OCDE tienen una presión fiscal promedio que supera el 34% de sus PBI. Pero los hay allí con 18-20% (México) o hasta 45% (Dinamarca).
La carga fiscal varía; la eficiencia del gasto también. En esos casos, el comparativo de la carga fiscal debe medirse por la eficiencia del gasto en cada país, evaluando la inversión en los servicios de asistencia social, salud, educación, seguridad, justicia e infraestructura para el desarrollo.
Cómo fue el reparto
Según la OPC, en las últimas tres décadas las provincias obtuvieron el 51% de la recaudación total generada por impuestos nacionales y provinciales (netos de Aportes y Contribuciones a la Seguridad Social).
“En contraste, durante el mismo periodo casi 80% de la recaudación provino de impuestos nacionales. Esto se explica por la distribución a las provincias de parte de la recaudación nacional en el marco del régimen de Coparticipación Federal de Impuestos”.
“A lo largo de los 30 años de análisis, la evolución de la recaudación estuvo fuertemente condicionada por los cambios normativos y por la dinámica macroeconómica”, expone el reporte de la oficina técnica del Congreso.
“Como consecuencia de ello y del cambio de composición de la recaudación nacional, la participación del Sector Público Nacional no Financiero en la distribución osciló entre un mínimo de 41,7% y un máximo de 56,4%.
“Por su parte -añade- la participación de las provincias en ese reparto se movió entre un piso de 43,6% y un techo de 58,3%”.
Crece la presión provincial
“La recaudación provincial muestra una tendencia de largo plazo al aumento, aunque con etapas bien definidas. Los últimos años la presión tributaria provincial se estabilizó en torno al 5% del PIB”, expone el informe de la OPC en la antesala de la reforma tributaria prometida por Nación, que reclama que las provincias bajen o eliminen Ingresos Brutos.
Recaudación tributaria de impuestos distorsivos.“La principal fuente de aumento de la presión tributaria provincial en el período fue Ingresos Brutos. También se observó una tendencia al aumento de las transferencias automáticas y no automáticas por parte de la Nación”.
Más carga fiscal en tiempos “K”
La evolución de la presión tributaria nacional se puede dividir en cuatro etapas diferenciadas, de acuerdo a los datos arrojados por la OPC:
• 1993-2002 (Estabilidad): Caracterizada por una presión tributaria total promedio del 20,8% del PBI. A nivel nacional, se mantuvo estable en torno al 13,1%, aunque hubo cambios internos como el avance del Impuesto a las Ganancias y la creación del Impuesto a los Créditos y Débitos en 2001.
• 2003-2015 (Aumento significativo): La presión tributaria promedio saltó al 27,9% del PIB. Este crecimiento fue impulsado por la reaparición de los derechos de exportación, el aumento de la recaudación del IVA y el Impuesto a las Ganancias debido a la falta de actualización de sus parámetros nominales frente a la inflación.
• 2016-2018 (Reversión parcial): Se inició una fase de declinación debido a políticas orientadas a la reducción de la carga fiscal, como la actualización de parámetros de Ganancias y la reducción gradual de derechos de exportación.
• 2019-2023 (Nueva tendencia al alza y caída coyuntural): La presión retomó un sendero alcista con la implementación del Impuesto PAIS y otras medidas de la Ley de Solidaridad Social, aunque en 2023 sufrió una baja importante debido a la sequía y reformas en Ganancias.