Por Ignacio Andreychuk - iandreychuk@ellitoral.com
Antonio Mohamed ya habló de “magia” en Colón. Y realmente, “¡sólo un mago nos salva!”, decía el hincha hace dos meses. Este equipo sabalero encontró otra manera de pelear los partidos. Además, gana en duelos individuales, algo que tenía como gran falla antes de que llegue el “Turco”.
-Llegaste vos y hubo un cambio radical en los jugadores. ¿Qué es lo que hiciste en la cabeza de los jugadores?
-Magia hicimos... soy amigo de Harry Potter.
Así cerró la conferencia el DT rojinegro, con mucha “chispa” para un momento que verdaderamente lo necesita. A continuación, se presentan los pormenores de la charla con Mohamed al término del triunfo sobre Banfield.
“Tuvimos unos primeros 20 minutos muy buenos. Después, el equipo cayó y Banfield nos superó. El gol se sintió mucho entre los jugadores y, ahí, el rival tuvo tres o cuatro opciones para ponerse en ventaja, pero nuestro arquero las tapó muy bien. En el segundo tiempo, modificamos algunas cositas y mejoramos un montón. Salimos con otra actitud y lo ganamos bien”, analizó.
-¿Cómo viste las variantes? De entrada, se lesionó Chitzoff...
-Primero, fue un cambio obligado que tuvimos que hacer y metimos hombre por hombre. Después del 2 a 1, tratamos de fortalecer el mediocampo y armamos la línea de cuatro con Garcé y Jerez por los costados; más adelante, pusimos tres volantes y un enganche; y seguimos con dos delanteros. Me pareció lo más correcto armar una línea de cuatro porque Garcé y Reynoso estaban amonestados y podía llegar una expulsión con Cvitanich en la cancha. Y creo que el equipo se comportó muy bien. Tuvimos algunas pelotas paradas que nos complicaron, como en el gol. Podríamos haber ganado por una mayor diferencia, pero no lo hicimos, quizás, por el miedo que te produce el descenso; es un karma que está siempre ahí y querés defender lo que conseguiste metiéndote atrás, pero a veces te quedás muy en el fondo. Además, Banfield tiene grandes jugadores y ellos te van llevando a retrasarte un poco. Igualmente, nos paramos bien y salimos de contra.
Insultos por ovación
-Además de la muy buena campaña con el equipo, lograste cambiar silbidos por aplausos en Capurro y Ramírez, por ejemplo. ¿Qué pensás al respecto?
-De entrada, “Tito” tuvo la capacidad y predisposición para ponerse bien físicamente, algo que le faltaba. Hizo un trabajo fino, se preparó un tiempo solo y bajó bastante de peso. Además, la actitud que tiene es otra. Y lo de Capurro era cuestión de tiempo, porque tiene las características para hacer partidos como éste. Es virtud de ellos; nosotros le damos el mensaje y ellos lo saben comprender.
-¿Te fuiste preocupado al entretiempo?, porque el equipo cayó mucho después del empate de Banfield...
-No, porque tenía la lectura hecha del partido. Pasa que Prediger y Capurro se pusieron en línea, entonces nos empezaron a manejar la pelota y se nos partió el equipo; los delanteros quedaron muy lejos del resto. En el complemento, cuando Prediger levantó y volvió a ganar los rebotes en el campo rival, Colón volvió a ser el equipo agresivo del arranque del primer tiempo. Pasa que, después del empate, quedamos confundidos, ahogados. Hay cosas que tenemos que seguir corrigiendo, pero lo bueno es que hicimos la lectura exacta para el segundo tiempo. Empezamos a ganar los duelos individuales y, desde ahí, comenzamos a ganar el partido.
Último “tirón”
-¿Cómo lo ves a Colón en esta lucha de los promedios hasta el final del torneo?
-Esto se va a definir al final. Tenemos que pensar en lo que hacemos nosotros y cada partido va a ser lucha por los tres puntos que debemos ir a buscarlos. Después, se verá lo que rendimos en esfuerzo y la planificación táctica, pero no podemos pensar más lejos. Ya nos pasó la semana, que nos relajamos y no podemos cometer el mismo error.
-¿Qué buscaste con la línea de cuatro en el fondo?
-Cerrar los espacios por afuera, porque ellos saltaban nuestras líneas y nos ganaban en los mano a mano. Creí que era lo más correcto y el equipo respondió bien.
-¿Prediger estaba ahogado o acarrea algún problema físico?
-No, sólo que se cansó igual que el resto del equipo. Pero lo dejé en cancha porque tiene un corazón enorme. El “Chino” también estaba al límite y jugó todo el partido a puro corazón. Recordemos que jugó infiltrado. Lo dije una vez y lo repite: con estos jugadores voy a cualquier lado. Me lo demuestran cada día y ellos van por la gloria de dejar a Colón en primera.

































