Luis Rodrigo - politica@ellitoral.com
Diciembre, consultar el mapa de GNC y ver las chances de una vacación a la altura de los bolsillos de la clase media suelen ser uno. La Argentina está llena de estaciones de gas natural comprimido en el gran Buenos Aires y en la provincia de Buenos Aires. Le siguen Capital Federal y, no muy lejos, Córdoba.
Bastante más atrás quedan Santa Fe, Entre Ríos, Mendoza, Tucumán y el Noroeste argentino. El mapa indica dónde hay acceso al más económico de los combustibles (el más limpio y el único que obliga a hacer paradas para estirar las piernas cada 150 ó 160 km) y también hasta dónde llegó el desarrollo en el transporte y la distribución del gas natural en un país muy desigual social y geográficamente.
El norte santafesino está vacío. En el mapa, es un páramo idéntico al de Corrientes, Misiones, Chaco y Formosa: Rafaela, tan cercana a la capital provincial, es el punto más alto de la bota que figura en el plano.
En cambio, puede recorrerse Córdoba con GNC (cuya condición mediterránea la ha favorecido) y lo mismo Entre Ríos, gracias al desarrollo de gasoductos hechos por ese Estado Provincial. Se ven todos los verdes y todos los usos agroindustriales del gas, también en el norte: La Paz (frente a San Javier) y Chajarí (cerca de Corrientes) cuentan con ese combustible.
Mientras las socias de Santa Fe en la Región Centro se ocuparon de ampliar ese servicio que lleva confort, transporte barato y sobre todo desarrollos industriales y puestos de trabajo, los santafesinos perdieron las últimas dos décadas y media.

































