Enrique Mammarella presidirá el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN). El rector de la Universidad Nacional del Litoral fue electo el último miércoles durante el 87° Plenario de Rectoras y Rectores, que tuvo lugar en Jujuy. Estará acompañado por el rector de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam), Carlos Greco y las autoridades que estarán al frente de las distintas comisiones permanentes del organismo.
De origen radical y exmilitante de Franja Morada en sus tiempos de estudiante, Mammarella fue electo el año pasado por segundo período consecutivo al frente de la UNL, y ahora fue seleccionado por sus pares para estar al frente del CIN durante el período 2022-2023, en reemplazo de Rodolfo Tecchi, rector de la Universidad Nacional de Jujuy.
Luego del Plenario, atendió a El Litoral para contar las impresiones que le dejó el encuentro y las expectativas con las que asume el cargo.
-El presidente saliente le dio en mano la llave del CIN ¿Qué va a hacer ahora con ella?
-Fue un lindo gesto de Rodolfo (Tecchi). Tomo la responsabilidad de continuar este camino de diálogo. Ojalá que no la tenga que dar el mismo uso, porque la llave fue la representación del funcionamiento que tuvimos durante la pandemia, cuando todo estaba cerrado y no había presencialidad. El desafío es que, este año, sea una invitación a trabar en conjunto entre todos los rectores y que también sea una invitación a que la política se sienta parte de las discusiones que se realizan en este ámbito plural, para seguir consolidando la educación superior en todo el país.
-Este año será de mucha actividad estando al frente de dos instituciones, porque meses atrás también fue electo nuevamente como rector de la UNL. ¿Por qué quiso estar al frente del CIN? ¿De qué forma complementará las actividades? ¿Qué ejes en común estima que habrá entre la gestión universitaria local y nacional?
-El desafío es grande, porque hay que coordinar dos agendas que son diferentes, pero también complementarias.
Como rector de la UNL, uno sabe cuáles son los problemas al interior de nuestra universidad y qué demandas tiene la región. En el CIN es más amplio, porque hay que coordinar lo que sucede en todo el sistema. Las universidades nacionales y provinciales demandan una mirada más federal. Uno suele pensar que sus problemas son los más urgentes, pero cuando se sienta en este ámbito se da cuenta de las necesidades que hay en otros territorios, entendiendo además que no es la misma realidad para las distintas universidades, porque no es lo mismo para las que están en plena capital federal que las del conurbano, las que estamos en ciudades grandes del interior y las que están distribuidas en el interior profundo a cientos de kilómetros unas de las otras, cuya distancia dificulta hasta una reunión para coordinar distintos aspectos.
Entonces, el CIN es un espacio muy importante para aprender, coordinar y para aprovechar a resolver en conjunto todos los temas en común. Esto si todos estamos dispuestos a dialogar, porque no es de carácter obligatorio, sino que estamos presentes porque queremos construir una educación pública de calidad. Si bien tenemos distintas miradas, con dos bloques marcados, privilegiamos los consensos para que el sistema universitario siga siendo una pieza importante en el sistema socioproductivo del país.
Gentileza D.R-¿Cuáles son esos acuerdos primordiales que son necesarios alcanzar, más allá de las políticas partidarias, para construir entre todos un país "de largo plazo" como sostuvo en su discurso?
-Claramente, hay temas que la educación superior tiene que trabajar. La sustentabilidad y la transición energética creo que son primordiales. Seguimos discutiendo qué vamos a hacer con la energía, cuál tiene que ser la matriz, cómo la vamos a distribuir, etcétera. Tenemos que comprometernos en el trabajo conjunto para que nuestra huella de carbono sea menor. Creo que esto es posible con acciones simples, articulando entre las decisiones institucionales y las acciones políticas, porque nosotros dependemos de lo que se realice tanto a nivel legislativo como desde los Ejecutivos.
Podemos, también, por ejemplo, pensar propuestas para ver cómo convertir los planes sociales en trabajo. Pero para eso es importante que nos podamos sentar en una misma mesa para que, cada uno con su aporte, construyamos un país un poquito mejor. El gobierno nos ha citado a las universidades en distintas comisiones, como el Consejo Económico Social, en la Mesa del Hambre, pero que luego no han tenido mayores avances.
Entonces, me parece que las universidades estamos ante una oportunidad para demostrar que podemos alcanzar consensos más allá de nuestras divergencias ideológicas, valiéndonos del trabajo que venimos realizando de forma sostenida desde hace más de veinte años tanto en investigación como transferencia tecnológica, con hechos concretos que pueden transformarse en políticas concretas para el desarrollo.
-En ese camino, los fondos destinados a las universidades nacionales fueron un foco de conflicto el año pasado ¿Está garantizado el funcionamiento de las casas de estudio para este año, teniendo en cuenta el complejo contexto socioeconómico del país?
-En ese caso, tenemos una definición política de parte del ministro Perczyk, porque se logró tener un presupuesto nacional a partir del diálogo político.
El presupuesto para este año que se habían elevado al congreso estaba muy lejos de lo que nosotros habíamos previsto en el CIN, y que el mismo Perczyk había trabajado con nosotros desde la secretaría de políticas universitarias. Cuando asumió como ministro hizo una corrección de ese presupuesto. Si bien finalmente no tuvo consenso en el Congreso, hoy se están ejecutando partidas a las universidades a esa última medida. Es claro que el presupuesto no es el que esperábamos, pero está más cerca de lo que queríamos. Y eso es una muestra de que hay compromiso. De todos modos, todavía tenemos incertidumbre. La ejecución es mes a mes. Por el momento podemos mantener el mismo nivel de funcionamiento que teníamos el año pasado, aunque, por supuesto, todos queremos crecer. Es una discusión que mantenemos al día de hoy, porque crece la matrícula y crecen las necesidades.
-También crecen los costos. El índice de inflación de marzo fue el más alto de los últimos 20 años y eso hace que los pronósticos no sean buenos para los meses que siguen...
-Claramente, la inflación conspira contra cualquier programación presupuestaria. También, tuvimos la oportunidad de charlar en el Plenario con el secretario de políticas universitarias de la Nación (Oscar Alpa) y plantearle que al menos en las partidas de ciencia y técnica y las de extensión, si se van a mantener los mismos niveles de inversión que el año pasado, por favor las envíen ya, porque gran parte de eso está destinado a insumos y equipamiento. Si esas partidas no las usamos ahora, en un par de meses, no van a valer lo mismo.
-En el plano académico, tenemos un año donde la presencialidad será la norma después de dos años atípicos a causa de la pandemia ¿Qué quedará de esas experiencias y qué no? ¿Es posible pensar en una nueva universidad que potencie la educación superior en el país?
-Estamos en un momento de transición de lo que fue esa educación en emergencia, a través de la tecnología, a recuperar el funcionamiento con presencialidad, sin dejar de lado lo que se generó en ese tiempo de pandemia.
Hay desafíos tendientes a que esa presencialidad que recuperamos sea mucho mejor que la que teníamos antes. Tenemos que aprovechar el tiempo que estamos en el aula para agregar valor y tenemos que apoyarnos en la virtualidad, pero sin que eso signifique más horas, porque no podemos sobrecargar a los estudiantes y docentes.
Otro aspecto que tenemos que considerar es que tenemos un gran problema en cuanto a la logística de transporte. En la calle no están todas las unidades que había antes de la pandemia, ni tampoco está garantizada la conectividad que necesitamos. Hay que pensar que muchos estudiantes del nivel superior, como pasa en nuestra universidad, son del interior y se les dificulta el traslado.
Lo mismo sucede con los alquileres. Estamos viendo que se han retirado muchas plazas del mercado estudiantil o son de difícil acceso. A esto también podríamos sumarle la cuestión de la inseguridad, que nos dificulta dar clases a la noche. Y todos estos son problemas extras que hacen a la vida académica y que no teníamos antes de la pandemia. Entonces, nosotros tenemos que estar muy ocupados en tratar de resolverlos para llevarle tranquilidad a nuestros estudiantes y nuestros docentes y así ellos pueden dedicarse a realizar sus actividades, que son estudiar y enseñar, con más normalidad.
-Desde hace tiempo se viene hablando de una nueva Ley de Educación Superior. ¿Es posible pensar en avances en esta materia? ¿Qué aspectos le parece que son prioridad discutir?
-No hace falta cambiar la ley de Educación Superior. Hay normativas que permiten mejorar el sistema, tomando lo mejor de cada uno. Pero antes tenemos que llegar a un acuerdo nacional. Va a haber cuestiones que vamos a dialogar en el marco del CIN, y al que seguramente invitaremos a los rectores de las universidades privadas, para que podamos presentar una resolución conjunta al ministro (Perczyk) y que a partir de ahí pueda ser elevado a la Coneau para pensar en una nueva norma, en el cual por ejemplo todos entendamos lo mismo cuando hablamos sobre la acreditación de las carreras.
-La elección de representantes por el sector académico para sumarse al Consejo de la Magistratura es otro de los temas urgentes ¿Qué se trató con respecto a este tema en el plenario?
-En el Consejo de la Magistratura hay un representante electo por el CIN (Diego Molea, rector de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora) y a partir del fallo de la Corte Suprema se pide también la elección de un académico de las materias de derecho, que sumaría a la representación de los rectores un representante de profesores de derecho.
Sobre este tema, se tomó la determinación de hacer por única vez una elección indirecta en función de los plazos. El día lunes se seleccionaron quienes van a ser los electores de cada una de las facultades de Ciencias Jurídicas de nuestro país. La junta electoral (a cargo de la rectora de la Universidad Nacional de Los Comechingones de San Luis, Agustina Rodriguez Saá) está citada el próximo lunes 18 al CIN, para que seleccione el representante del ámbito académico.