El Festival Nacional llega a Tribus con su versión XL y los shows de Tarea Fina, El Soldado y Los Cancheros (tributo a Los Piojos). Tarea Fina es la banda integrada por el ex baterista de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, Walter Sidoti, con la que homenajea todos los clásicos y las mejores canciones de Los Redondos.
Por su parte, El Soldado, cuyo nombre es Rodolfo Luis González, se desempeñó como asistente de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, inició su carrera como solista en 1997, y tiene en su haber siete discos editados.
Abrirán la noche Los Cancheros (tributo a Los Piojos). Las entradas estarán a la venta en boletería de Tribus y a través de Ticketway (puntos de venta online y físicos).
Anticipando el encuentro, El Litoral conversó con Walter para conocer más sobre este y otros proyectos, y sus ganas de estar en los escenarios.
Conexión
-¿Cómo fue el encuentro con los músicos que integran Tarea Fina? Es gente de otra generación.
-Todos ellos tocaban en La Plata, temas de los Redondos, del Indio, de Skay. Me llamaban para tocar algunos temas: iba, a veces a La Plata, a veces a otro lado, era un invitado. Ahora estoy más permanente: ya toco una parte, la mitad del show, donde tocan los temas de los Redondos. Ya estoy tocando ahí: hay dos bateros en la banda y yo soy uno.
Se fue dando, y seguimos tocando. Eso fue hace como 15 años; de a poquito fuimos haciendo giras. Fueron pasando distintos músicos por Tarea Fina, y todos son muchachos jóvenes que tocaban los temas con onda, le ponían un respeto, les gustaban. Eso hacía que la música salga linda en el escenario y estemos cómodos con esa impronta.
-Estos músicos son muy fans de esa historia. ¿Te preguntan mucho de aquellos tiempos?
-Algunos son más fans que otros; pero son músicos, van por otro lado. Como nos cruzamos con tantos, algunos son más fans, otros son más grandes; y otros quizás no les interesa tanto, pero les interesa. Según las edades también.
Después en el escenario estamos todos y ya está. Hay muchos chicos que les gusta estar tocando ahí y me lo dicen; los más jovencitos más que nada. Esas cosas que se dicen cuando tocan con algún famoso, o alguien que les gusta.
Es un escenario tranquilo, algo más familiar, pasa por ese lado. Eso lo que tienen de bueno también los chicos de Tarea Fina: el ambiente donde se toca, que es como la primera época de los Redondos, donde se tocaba en lugares más chicos; y con otro sonido, no con el concepto de sonido de estadio, que es bastante diferente a los sonidos de lugares más pequeños. Se puede lograr mejor sonido, mejor presión, mucho mejor todo: en los lugares grandes hay muchos rebotes, se pierde mucho aire.
-También otro vínculo con el público en esa cercanía.
-Igual todo tiene su energía: mucha gente, poca, poquita: siempre estamos ahí pegados al público. Pero es otra cosa, se da de otra manera: en River el primero del público estaba a 30 metros; y siempre que tocaba en los pubs el primero estaba a medio metro. Pasé de medio metro a 30 metros: el escenario, la parte de seguridad. Eso hace que tenga distintas presiones, distinta energía, cada show y cada lugar. Los teatros son medio raros porque tienen butacas (risas).
Rituales renovados
-A esta distancia se ve mucho del público; seguramente ves que algunos son de aquella época, pero otros son más más jóvenes; incluso por generación no vieron a los Redondos, porque no habían nacido.
-A muchos de ellos les pregunto, porque tienen 21 años, ya los Redondos se habían separado, era una generación anterior a ellos. Es una música que no sé por qué los padres, los abuelos les inculcan. Va quedando y va pasando. Son chicos que vienen con otra información de la música, de las letras, de los estilos musicales que hay. Muy jovencitos hay un montón; porque si tenía diez años cuando nos separamos tampoco con 30 nos ha visto nunca.
Yo me he encontrado con amigos de la primaria, por ejemplo, que ni sabían que yo tocaba; ni sabían del rock and roll, que yo había en el que yo tocaba con Los Redondos: estaban en otro palo.
-Ya hicieron varias fechas últimamente con compartiendo con El Soldado. ¿Cómo es sumar a este viejo compañero de aventuras?
-A El Soldado lo conocí cuando era asistente de los Redondos; cuando entré, en el 86, él estaba de asistente. Después de un tiempo hizo unas canciones y las pudo grabar ahí en lo de Sergio (Dawi, saxofonista de Patricio Rey), y participé para poder hacer el disco y que pueda sacar algo; y salió un disco interesante. Y parece que después no trabajó más de asistente, y trabajó de músico (risas).
Ahora en estos últimos años nos volvimos a cruzar e hicimos un par de shows con Tarea Fina: es una de los invitados también que hay, porque siempre Tarea Fina ha tocado con Gaspar (Benegas), Con Baltasar (Comotto); ha estado (Sergio) Colombo (integrantes de Los Fundamentalistas del Aire acondicionado). Alguna vez ha estado Semi (Bucciarelli, ex bajista redondo).
Nuevos y viejos compañeros
-Fuera de este proyecto estás con Lagarto Negro. ¿Qué se puede contar de esa banda y los compañeros que tenés ahí?
-Los Lagarto Negro son unos amigos que conocí por (Gabriel) Jolivet, que estaba haciendo la producción del disco y me llamó para hacer la batería. Cada vez que grababan iba con ellos a grabar, pero no tocaba con ellos en vivo. En este último año empezó a tocar con ellos en vivo, y esperamos grabar en algún momento (risas)-
Tocan sus temas propios, en algunos pubs y otros lugares. Antes de llamarse Lagarto Negro tenían otro nombre: Resonámbulo.
-Unas ganas de tocar tremendas de tu parte: te invita a sumarte a estos proyectos y “bueno, arriba”.
-Sí: algunos sí y otros no. Si es mucho trabajo, no: ya es muy tranquilo todo (risas).
-Con The Comando Pickless habías sacado dos discos. ¿En qué quedó ese proyecto?
-Salió el primero, el segundo salió no ya en forma física, sino por las redes. Después nos frenamos, porque los chicos tienen otras bandas y otros trabajos; entonces nos cuesta organizar: estamos mayores, con tantos laburos. Como es una banda autogestionada entre los compañeros, tampoco hacemos muchas cosas; tenemos que depender de los otros horarios.
Entonces estamos un poco ahí parados; cuando tengamos tiempo, ya llegaremos a alguna cosita.
-Con todas estas actividades, ¿cómo prevés que va a ser tu 2025?
-No sé todavía (risas). Mientras tengamos bien la salud, los huesos, las rodillas... La verdad que no puedo adivinar nada, no sé qué va a pasar.