El Museo Británico lanza una recaudación de fondos para adquirir el “Corazón Tudor”
Se trata de una joya -un colgante de oro puro que se cree que perteneció a Enrique VIII y Catalina de Aragón, o su hija, María- que fue hallada en 2019 gracias a un detector de metales y podría terminar en manos privadas.
El Museo Británico lanza una recaudación de fondos para adquirir el “Corazón Tudor”
Enrique VIII estuvo enamorado muchas veces. Sin embargo, cuando se menciona su matrimonio con Catalina de Aragón, la primera de sus seis esposas, la atención suele centrarse en el final de su unión y en cómo la reina trató de obstaculizar (no sin razón) el matrimonio entre el rey y Ana Bolena, que tuvo lugar en 1533 y supuso la anulación de las nupcias anteriores.
Es un relicario de oro puro que pende de una cadena de 75 eslabones con un cierre en forma de puño.
La negativa del papa Clemente VII a aceptar un nuevo matrimonio entre el rey y la dama de compañía de su consorte tuvo como consecuencia directa ni más ni menos que la Reforma anglicana, tras la separación (y fundación) de la Iglesia de Inglaterra de la de Roma en 1534.
No obstante, hay una joya está dando mucho que hablar en la actualidad por las circunstancias insólitas de su descubrimiento y la campaña de recaudación de fondos lanzada por el Museo Británico para adquirirla y poder seguir exhibiéndola.
Además, porque plantea una posible reescritura de la aparentemente sincera historia de amor entre Enrique VIII y Catalina de Aragón, a pesar de los trágicos eventos que caracterizaron el reinado del segundo monarca de la dinastía de los Tudor.
Un hallazgo sorprendente
En 2019, Charlie Clarke, el dueño de una cafetería de Birmingham, estaba disfrutando de un paseo por la campiña inglesa de Warwickshire con un detector de metales que había adquirido seis meses antes. Su paseo como buscador de metales aficionado resultó en un hallazgo de un colgante con forma de corazón que ahora conocemos como el Corazón Tudor.
El “Corazón Tudor”, cerrado.
Un pitido le alertó de la presencia de algo cerca de un estanque desaguado, así que decidió empezar a excavar. Pensó que se trataría de alguna moneda, como solía ser el caso, pero en su lugar encontró una cadena y un colgante ornamentado, todo ello de oro macizo.
Un hallazgo que Nicholas Cullinan, director del Museo Británico, donde ahora se expone la reliquia, califica como "posiblemente una una de las piezas más increíbles de la historia británica que jamás se haya encontrado".
Son muchos los misterios que rodean al llamado Tudor Heart. Lo que los historiadores se preguntan es cómo llegó hasta allí ese colgante, una pregunta que tal vez nunca obtenga una respuesta.
Retrato de Enrique VIII por Hans Holbein el Joven.
Tras ser minuciosamente analizada desde el punto de vista científico e histórico, se ha confirmado que la reliquia es auténtica y pertenece a dicha época. Podría haber sido elaborada para María I de Inglaterra, la hija de la pareja, con las iniciales que representan a sus padres, así como la reciprocidad de sus sentimientos.
El colgante con forma de corazón colgante, que se puede abrir, está unido a una cadena de 75 eslabones mediante un cierre en forma de puño. Todo es de oro puro.
En el anverso hay una decoración realizada en esmalte que representa un granado, emblema de la familia de Catalina y símbolo de fertilidad, sobre el que destaca una rosa Tudor roja y blanca, símbolo de la familia de Enrique, mientras que en el reverso figuran las iniciales de ambos, "H" y "K" (Henry y Katherine, Enrique y Catalina en inglés).
Retrato anónimo de Catalina de Aragón.
En él se puede leer la inscripción tousjors en la cinta grabada a ambos lados de la pieza.
Significa "siempre" en francés antiguo, pero Rachel King, la académica que comisaria la sección del Renacimiento europeo en el Museo Británico, sugiere que también podría entenderse como un juego de palabras entre "tovs" e "iors", que significa "todo tuyo" en franglais antiguo, una lengua que mezclaba el francés y el inglés.
Esas dos iniciales, junto a la mano que sostiene el colgante, representando la intervención divina en aquella relación, así como los blasones entrelazados, la granada y la rosa de los Tudor, podrían simbolizar no solo la unión entre ambos, sino también la alianza diplomática y la ambición de lo que hoy calificaríamos como una auténtica power couple.
Su matrimonio duró 24 años (1509-1533) y fue el más duradero de Enrique VIII.
Otra hipótesis
Se han formulado muchas hipótesis para contextualizar la joya y no todas son tan románticas.
Esta es la del Museo Británico: el colgante en forma de corazón habría sido creado con motivo de un torneo celebrado en 1518 para festejar los esponsales entre María, la hija de Enrique VIII y Catalina de Aragón, que apenas tenía dos años, y el delfín de Francia, Francisco de Valois, que solo tenía ocho meses.
La unión, de producirse, habría convertido a María en la primera reina que gobernase Inglaterra por derecho propio.
Y más hipótesis
El corazón también podría haber sido sencillamente un regalo de una persona de alto rango, ya que no hay rastro de él en los inventarios de joyas de los monarcas de aquella época.
De hecho, lo que hace aún más interesante el hallazgo es que se trata de "la única joya Tudor de este tipo del reinado de Enrique VIII que se conserva en el mundo". Lo explica Damien Lewis, el actor que interpretó al monarca en la serie de la BBC Wolf Hall, en un reel publicado desde el Instagram del Museo Británico.
A él se le ha encomendado la tarea de ayudar a recaudar 3,5 millones de libras (casi 4 millones de euros) para garantizar que el Corazón Tudor permanezca en el Museo Británico y no corra el riesgo de acabar en una colección privada e inaccesible en caso de ser subastado.
En Reino Unido existe una ley que permite que los museos y galerías adquieran objetos de señalada importancia histórica.
Los ingresos por la venta se repartirán a medias entre la persona que encontró la joya y el propietario del terreno. Charlie Clarke, el camarero de Birmingham, sueña con procurarles a sus hijos la mejor educación posible con tan asombrosa suma.