Estados Unidos se encuentra conmocionado tras el asesinato de Charlie Kirk, activista conservador y aliado del expresidente Donald Trump, este miércoles por la tarde.
El líder de Turning Point USA y aliado de Donald Trump murió tras recibir un disparo durante un acto público en la Universidad del Valle de Utah. Tenía 31 años, era un referente de la derecha juvenil y su figura generaba adhesiones y rechazos por igual.

Estados Unidos se encuentra conmocionado tras el asesinato de Charlie Kirk, activista conservador y aliado del expresidente Donald Trump, este miércoles por la tarde.
Kirk cayó víctima de un disparo durante un acto público en la Universidad del Valle de Utah (Utah Valley University), en Orem, mientras respondía preguntas sobre tiroteos masivos. El hecho ha generado una fuerte repercusión nacional e internacional por su escala simbólica, en medio de la creciente polarización política del país.
Kirk participaba en un evento organizado por su movimiento “American Comeback Tour” en el campus universitario. Estaba frente a unas 3.000 personas cuando fue preguntado acerca del número de tiroteos cometidos por personas transgénero en los últimos diez años. Kirk respondió —“¿contando o sin contar la violencia de pandillas?”— justo antes de que un disparo lo alcanzara en el cuello.
El disparo parece haber venido de un edificio cercano, identificado como el techo del Losee Center del campus, a unos 180-200 metros de distancia del escenario donde estaba Kirk. Fue trasladado gravemente herido a un hospital local, donde más tarde falleció.
Charles James “Charlie” Kirk nació el 14 de octubre de 1993 en Arlington Heights, Illinois. Fue muy joven involucrándose en política estudiantil. Más tarde cofundó la organización Turning Point USA (TPUSA) junto a William T. Montgomery, en 2012.
Durante la secundaria ya estaba activo políticamente: participó en campañas locales, apoyó al candidato republicano Mark Kirk para el Senado (aunque no era pariente), y hasta impulsó una iniciativa contra un aumento de precios en la cafetería de su escuela.
A lo largo de los años se convirtió en una figura central del conservadurismo estadounidense juvenil, con fuerte presencia mediática, charlas en universidades, podcasts, redes sociales y participación en debates sobre inmigración, derechos civiles, aborto, identidad de género, entre otros temas. Era conocido por su defensa del derecho a poseer armas (“Second Amendment”) y por su postura crítica ante lo que denominaba excesos del progresismo.
Estaba casado con Erika Frantzve, era evangélico, y su fe jugaba un papel importante. Impulsó la idea de que los valores cristianos deben tener un papel central en la vida pública. En los últimos años fortaleció esta vinculación, por ejemplo con iniciativas de Turning Point Faith. La pareja tenía dos hijos.
Además, su fe cristiana evangélica era elemento importante en su vida y en su discurso público. Impulsó la idea de que los valores cristianos deben tener un papel central en la vida pública. En los últimos años fortaleció esta vinculación, por ejemplo con iniciativas de Turning Point Faith.
Se oponía al llamado “trans-affirming care” (atención afirmativa para personas transgénero), criticaba lo que llamaba la “agenda LGBTQ”, y tenía un discurso muy conservador en estos temas.




