A la hora estimada de las 21:56 (hora local), dos aviones operados por Delta Connection —a través de su filial Endeavor Air— protagonizaron un choque mientras se desplazaban en pista de rodaje del aeropuerto LaGuardia, en Nueva York.
En la noche del miércoles, dos jets regionales de Delta se impactaron a baja velocidad mientras maniobraban en pista de rodaje del aeropuerto LaGuardia, en Nueva York. Una tripulante sufrió heridas leves; los pasajeros resultaron ilesos.

A la hora estimada de las 21:56 (hora local), dos aviones operados por Delta Connection —a través de su filial Endeavor Air— protagonizaron un choque mientras se desplazaban en pista de rodaje del aeropuerto LaGuardia, en Nueva York.
El ala de una aeronave impactó contra la nariz del otro aparato, originando daños en ambas naves. Según las autoridades locales y la compañía, el incidente se calificó como de baja velocidad y no hubo lesionados entre los pasajeros, aunque sí una tripulante que fue trasladada con lesiones leves.
Los aviones implicados eran dos jets regionales tipo CRJ-900. El vuelo 5047, procedente de Charlotte (Carolina del Norte), acababa de aterrizar con 57 pasajeros y 4 miembros de tripulación, mientras que el vuelo 5155, con destino a Roanoke (Virginia), estaba en maniobra de rodaje con 28 pasajeros y 4 tripulantes a bordo.
Según el audio captado del control de tráfico aéreo, el ala derecha de la aeronave saliente rozó la proa del avión que acababa de arribar, provocando grietas en el parabrisas y paneles del cockpit.
Un pasajero del vuelo 5047 relató que sintió un brusco movimiento del aparato hacia la derecha al momento del impacto.
La autoridad aeroportuaria local (Port Authority of New York and New Jersey) aseguró que las operaciones en LaGuardia continuaron con normalidad y que este episodio no provocó demoras mayores en el funcionamiento general del aeropuerto.
Delta emitió un comunicado indicando que una auxiliar de vuelo sufrió una lesión leve no mortal y fue trasladada a un hospital como medida de precaución; los pasajeros no resultaron heridos.
La empresa también afirmó que colaboraría con la investigación junto a la FAA (Administración Federal de Aviación de EE. UU.) y la NTSB (Junta Nacional Seguridad del Transporte).
Para reubicar a los pasajeros, se los transportó al terminal mediante autobuses. Aquellos que necesitaran alojamiento fueron alojados en hoteles, se les proporcionaron alimentos y opciones para vuelos alternativos al día siguiente.
Los organismos de control aeronáutico han comenzado a analizar las causas del incidente. Aunque la hipótesis principal es un desvío leve durante la maniobra de rodaje, se deben evaluar aspectos como coordinación en control de tráfico, separación mínima entre aeronaves en pista de rodaje y posibles fallas humanas o de procedimiento.
Delta ha señalado que la seguridad de sus clientes y tripulación es prioridad absoluta, y que hará todo lo necesario para esclarecer lo ocurrido.
En su historial reciente, la aerolínea ha enfrentado otros episodios de atención pública en materia de seguridad operativa, lo cual potencia el interés en el resultado de esta investigación.
Pese al choque, según los informes oficiales no hubo interrupciones importantes en el tráfico aéreo del aeropuerto ni secuelas para otros vuelos esa noche.
La pronta comunicación por parte de Delta y de la autoridad aeroportuaria evitó especulaciones mayores y dio paso a una gestión convencional del incidente.
A medida que avance la investigación, será clave conocer los informes técnicos sobre daños estructurales, registros de control de tráfico aéreo y datos de las cajas negras (si se activan) para determinar responsabilidades y prevenir futuras ocurrencias.




