El gobierno de Estados Unidos no logró los votos demócratas en el Senado para autorizar el plan de financiamiento republicano e ingresó en la instancia de “cierre” o “shutdown”.
Los republicanos no obtuvieron los votos demócratas y el presupuesto sufrirá recortes, con actividades limitadas.

El gobierno de Estados Unidos no logró los votos demócratas en el Senado para autorizar el plan de financiamiento republicano e ingresó en la instancia de “cierre” o “shutdown”.
El “cierre del gobierno” en Estados Unidos (en inglés government shutdown) significa que la administración federal se queda sin autorización legal para gastar dinero porque el Congreso no aprobó a tiempo el presupuesto o una medida provisoria de financiamiento.
El sistema político estadounidense requiere que el Congreso (Cámara de Representantes y Senado) apruebe las leyes de financiamiento del gobierno. Si no hay acuerdo entre partidos —generalmente por diferencias en gasto social, impuestos o deuda— se produce el “shutdown”.
En resumen, un cierre del gobierno es una parálisis parcial del Estado federal, consecuencia de la falta de consenso político sobre el presupuesto, y que tiene efectos inmediatos en los trabajadores, en la economía y en la vida cotidiana de la gente.
Se mantienen la seguridad nacional y militar, que incluye el ejército, el Pentágono y las operaciones en el extranjero; la seguridad pública, con la policía federal (FBI, DEA, Homeland Security), control fronterizo y el sistema de prisiones continúan operando; el control aéreo, con los controladores y la Administración Federal de Aviación (FAA) siguen trabajando para garantizar vuelos seguros; los servicios médicos de urgencia, con hospitales militares, atención de veteranos y centros de salud en emergencias; y la seguridad social y Medicare, con: los cheques de jubilación y seguros médicos básicos se siguen pagando.
Se cierran o se reducen las agencias federales “no esenciales” como la EPA (medio ambiente), NASA en proyectos civiles, o departamentos de cultura y educación; los parques nacionales y museos; los trámites administrativos con demoras en pasaportes, visas, permisos de residencia, auditorías impositivas y licencias; las investigaciones científicas con laboratorios y proyectos financiados por el Estado; y oficinas federales con muchos empleados que son enviados a licencia sin goce de sueldo.




