Ecuador atraviesa desde hace poco más de un mes una manifestación sostenida en diferentes puntos del país contra el gobierno central, con importante presencia de comunidades originarias y en la capital Quito.
Más de un mes de movilizaciones son las que enfrenta el gobierno de Daniel Noboa, con Estados Unidos nuevamente como actor involucrado.

Ecuador atraviesa desde hace poco más de un mes una manifestación sostenida en diferentes puntos del país contra el gobierno central, con importante presencia de comunidades originarias y en la capital Quito.
El foco de las críticas es el presidente Daniel Noboa, quien pretende continúa con su contundente plan de gestión en medio de denuncias por intentos de magnicidio, a la par de los reclamos de la oposición por violaciones a los derechos humanos.
Sobre el panorama general y los elementos que motivan a las movilizaciones, Joaquín Bernardis, del Observatorio de Política Internacional (OPI) de la Universidad Católica de Santa Fe (UCSF), habló en CyD Litoral.
Ecuador atraviesa un descontento social sincronizado con lo que ocurre en otros países de la región. “Hace prácticamente un mes ambos país están con una grave crisis de movilización social y muy violenta por motivos distintos”, comentó inicialmente Joaquín Bernardis.
Bernardis aclara, previo a cualquier análisis, que “siempre hay que tener en cuenta como es su composición política” porque “allí las comunidades originarias que están asociadas a la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAEI) suelen tener movilizaciones fuertes contra prácticamente con todos los gobiernos”.
En este caso el principal disparador fueron dos cuestiones claves, el primero fue que Daniel Noboa, electo recientemente ratificado como presidente, está con una agenda “si se quiere, bastante agresiva”, según el especialista que habló en CyD Litoral, quien agregó que “está llevando su plan político al estilo Donald Trump. “Eso implica que estaba teniendo una posición de no hablar con todos los actores políticos”, sumó.
Uno de los argumento del posicionamiento es la lucha contra el narcotráfico, donde Noboa ha sostenido declaraciones públicas de acercamiento con el inquilino de la Casa Blanca: “Ecuador se mantiene firme en la lucha global contra el narcotráfico y la minería ilegal, desafíos que demandan unidad entre naciones comprometidas con la paz y la prosperidad”, posteó en X y sumó en inglés: “Nuestro compromiso es claro: luchar codo con codo, defendiendo la libertad y la prosperidad en toda nuestra región”.
“Uno de los últimos casos que disparó manifestaciones fue la quita de subsidios al diesel, lo que generó una suba 56% del precio. Esto implica que todos los precios impactan en cadena”, explicó el licenciado en Relaciones Internacionales.
“Allí, hace más de un mes, distintos actores políticos se movilizaron y lo que sucedió en las últimas semanas se dio lo que noboa denomina como un ‘atentado’ en el principal centro financiero de Guayaquil, con el estigma de ser la sede del narcotráfico ecuatoriano por el puerto, lo que derivó en que establezca un estado de excepción con una gran represión”, completó en detalle Bernardis.
Precisamente el estado de Guayas es sede de la “Operación Guayaquil, Tregua Cero”, donde el Gobierno ecuatoriano desplegó 7.000 policías, parte de una nueva fase del denominado Bloque de Seguridad, una estrategia conjunta de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas impulsada por el presidente Noboa.
Otro de los elementos que Bernardis destaca respecto a los argumentos de las manifestaciones tiene que ver con el referéndum constitucional y consulta popular del próximo domingo 16 de noviembre.
El licenciado en Relaciones Internacionales habló de “descontento” y resaltó los principales objetivos de la reforma: “Se busca reducir el tamaño del parlamento, distintas cláusulas y establecer bases militares estadounidenses, sobre todo en el norte de Ecuador y la costa, puntos fuertes del narcotráfico”.
Sobre la relación con Washington, la Policía Nacional de Ecuador comunicó esta semana que "en trabajo coordinado con Estados Unidos", interceptó embarcaciones en altamar que "transportaban bultos que contenían armas de fuego y que pretendían ser ingresados al país de forma ilegal". Desde la misma fuente, se comunicó la captura del narco Simón Agapo, enlace entre Colombia, México y Ecuador y con presunta relación en los embarques hacia Centroamérica y Estados Unidos.
“Noboa tiene todas las intenciones de avanzar”, expresó Bernardis y sumó: “No está teniendo una posición de negociar con todo el arco político, sigue con su propia agenda”.




