España registró hoy un incremento de casi 1.100 contagios por coronavirus y un leve repunte de muertos tras sumar 229 víctimas fatales en las últimas 24 horas, que elevan el total de fallecidos hasta las 26.299 personas, informó el Ministerio de Sanidad.
Los contagios detectados por pruebas estándar PCR crecieron en 1.095 en las últimas 24 horas, 341 más que el día anterior (0,49%), después de cinco días en los que los nuevos casos positivos se mantuvieron debajo de la barrera de los 1.000.
El número total de infectados con coronavirus asciende ya a las 222.857 personas, de acuerdo con el último balance.
Por otro lado, 229 personas murieron por coronavirus, elevando la cifra global de fallecidos a 26.299 desde que comenzó la emergencia sanitaria.
Ya es el tercer día consecutivo con cifras de fallecidos superiores a 200, una barrera de la que se había logrado bajar después de más de 50 días de confinamiento.
En tanto, 131.148 pacientes superaron la enfermedad entre los que recibieron el alta hospitalaria y los detectados por test serológicos.
“Hoy estamos en un periodo un poco más alto, pero seguimos la línea de días anteriores”, aseguró Fernando Simón, el director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias de España, al valorar el repunte de contagios.
En ese sentido, Simón subrayó que la evolución de la pandemia no es igual en todo el territorio español, ya que “dos comunidades autónomas suman la mayor parte de los casos” nuevos, refiriéndose a Madrid (148) y Cataluña (543).
“El resto del territorio tiene un 0,38% de incremento de contagios, que supone una reducción del 25%”, detalló el experto que asesora al gobierno español.
Esta incidencia desigual del coronavirus a nivel territorial, con la Comunidad de Madrid y Cataluña como mayores focos, es lo que justifica el plan “asimétrico” de desconfinamiento presentado por el gobierno de coalición del socialista Pedro Sánchez.
En el marco del avance de la desescalada, el Ministerio de Sanidad español anunciará hoy qué provincias del territorio nacional pasarán a partir del 11 de mayo a la “fase 1” del plan de desconfinamiento, que permitirá la apertura de los espacios exteriores de bares y restaurantes, entre otras medidas de relajación.
La Comunidad de Madrid, que con 64.333 contagios y 8.552 fallecidos registró el mayor foco de coronavirus de todo el país, solicitó formalmente pasar a la fase 1, pero todo apunta a que el Ministerio de Sanidad rechazarán el pedido, según fuentes gubernamentales.
La decisión de las autoridades regionales de pedir entrar en la nueva fase provocó un revuelo político, ya que la propia presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, reconoció que lo hacía por razones económicas tras reunirse con distintos sectores empresariales.
Ante el pedido de Madrid, el vicepresidente segundo del gobierno, Pablo Iglesias, acusó a Díaz Ayuso de “hacer propaganda” y tratar de “ganar posiciones políticas a costa de salvar vidas”.
Horas antes de conocerse la posición de la presidenta regional respecto a acelerar el desconfinamiento, la que era directora general de Salud Pública de Madrid, Yolanda Díaz, renunció a su cargo argumentando que la decisión “no estaba basada en criterios de salud”.
Para la ONU, la pandemia desató “un tsunami de odio y xenofobia”
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, dijo hoy que la pandemia de coronavirus desencadenó un “tsunami de odio y xenofobia” e hizo un llamado al mundo para detener esta situación, en el 75 aniversario de la derrota de la Alemania nazi ante las fuerzas aliadas en Europa.
“Debemos actuar ahora para fortalecer la inmunidad de nuestras sociedades contra el virus del odio. Por ello, hoy pido que no se escatimen esfuerzos para erradicar el discurso del odio en todo el mundo”, dijo Guterres después de advertir que “la pandemia sigue desatando un tsunami de odio y xenofobia, buscando chivos expiatorios y fomentando el miedo”.
En un momento en el que, según el secretario general de la ONU, se necesita hasta “el último ápice de solidaridad” para afrontar la pandemia, se registró un aumento del “sentimiento xenófobo en Internet y en las calles”, se extendieron las teorías de la conspiración antisemitas y se produjeron “ataques contra musulmanes en relación con la Covid-19”.
“Se ha vilipendiado a los migrantes y refugiados como fuente del virus, y acto seguido se les ha denegado el acceso a tratamiento médico”, denunció el máximo representante del organismo multilateral.
Asimismo, lamentó que hayan surgido “caricaturas despreciables” sobre las personas de la tercera edad, que se encuentran entre las víctimas más vulnerables, “que sugieren que también son las más prescindibles”.
Periodistas, profesionales de la salud, trabajadores humanitarios y defensores de los derechos humanos “están siendo atacados por el simple hecho de hacer su trabajo”, agregó el político portugués.
Guterres hizo un llamado a los dirigentes políticos, a las instituciones educativas, medios de comunicación, sociedad civil y líderes religiosos para detener esta tendencia.
Prisión domiciliaria para capos de la mafia italiana
Un total de 376 capos de la mafia italiana fueron beneficiados con prisiones domiciliarias por ser pacientes de riesgo en el marco de la pandemia del coronavirus, desatando una gran polémica en ese país.
Como ocurrió en Argentina, en Italia, sobre todo en las regiones del norte y del sur, hubo motines en las cárceles reclamando los detenidos por prisiones domiciliarias.
En ese sentido, según informa el diario El País de España, hasta ahora en Italia se autorizaron las excarcelaciones de 376 capos debido a su avanzada edad y a patologías previas que ponían en riesgo su vida. Todos están con prisión domiciliaria.
Esta situación provocó que otros 6 mil presos reclamen el mismo beneficio, algo que está generando mucha polémica entre los italianos.
Tanto es el conflicto provocado por estas horas, que podría renunciar el ministro de Justicia de ese país, Alfonso Bonafede, porque en Italia por decreto se le permitió a los jueces otorgar las prisiones domiciliarias y las excarcelaciones.
Ante esta situación, el ministro de Justicia se vio obligado a rectificar y anunciar un decreto ley que permitirá a los jueces revisar las condiciones que permitieron las excarcelaciones.