Se termina de publicar un listado variopinto de países que expresan que "las acciones defensivas de Israel violan el Derecho Internacional". Son países asiáticos y africanos, en los papeles, no en la realidad comprobada, ya que todos los firmantes son potenciales enemigos de Occidente: la mayoría musulmanes, con gobiernos de lazos cercanos al extremismo yihadista. Sus manifestaciones evidencian una pantomima: protegerse la espalda a futuro.
En ese grupo hay naciones chiitas y sunnitas, que entre ellas son enemigos acérrimos pero ahora se han unido en la declaración contra Israel. La idea es lógica: "Si tenemos los mismos enemigos, somos amigos". El ejemplo más evidente es el de Qatar (chií o chiita) y Arabia Saudita (suní o sunita). Los dos países firmaron la misma declaración. Ante este dato, pregunto… ¿cómo pueden estar contra la acción israelí de defenderse de un enemigo que le está diciendo "voy a eliminarte a vos y a Occidente" con un proyecto avanzado de bomba nuclear?
Por eso sostengo que esta declaración expresa que todos los firmantes están confabulados contra un enemigo común: Israel. Debo reconocer que algunos de estos países, después de haber sufrido siglos de colonialismo, intentan desarrollarse de forma independiente, apelando a nuevas alianzas (en este caso, no occidentales). En esta declaración intentan defender su soberanía avasallada en el pasado, pero identificando a Israel con los colonizadores.
El problema es que por ver el árbol no perciben el bosque. Las expresiones de deseo de las Naciones Unidas manifiestan de forma explícita en un párrafo que es necesario "mantener la buena vecindad y procurar la solución pacífica de las relaciones entre los países". Pero pongámonos esa "fría letra" en contexto: desde el comienzo de la era de los ayatolás, con la revolución islámica de 1979, Irán se dedicó -igualmente que Hamás en los últimos años en la Franja de Gaza- a construir sus "proyectos de eliminación" de los que para ellos son considerados "herejes".
Entonces… ¿Los firmantes de la demanda contra el Estado israelí qué son? ¿Son pacifistas? ¿Son los "buenos vecinos" que piden por Irán y por Hamás? Evidentemente no, no lo son. Por eso voy a insistir en un concepto que vengo repitiendo en mis anteriores entregas: no hay que bajar la guardia, estamos en una guerra que tiene todas las características de una cruzada del medioevo, en este caso los cruzados son asiáticos y africanos contra Israel. Pero claro, hay interrogantes: entre los firmantes está Arabia Saudita, gran socio y cliente de Estados Unidos, que a su vez es el principal defensor de Israel y enfrenta directamente las intenciones iraníes de proseguir en su carrera nuclear.
Hoy muchos se preguntan cómo se dejó a Irán llegar a este punto, la respuesta es simple, pregúntense quien les vendió todo el material estos años quien jugó con la participación del poderío petrolero iraní en el mundo jugando con los precios y ahí está la respuesta. Para los que desconocen la OIEA está dedicada a controlar los procesos de la energía atómica a nivel mundial y hace cinco años que Irán no permite inspecciones a buen entendedor pocas palabras.
Estados Unidos tiene sobrada experiencia al respecto: todas las veces que inventó o creó un "monstruo", el mismo terminó volviéndose en su contra. Y eso es lo que hoy observamos, porque consta en la prensa que al comienzo de la guerra con Hamás, después del ataque del 7 de octubre de 2023, Estados Unidos le liberó a Irán 6.000 millones de dólares. ¿Bajo qué conceptos? No se sabe, porque Irán estaba sancionado por las actividades non sanctas en lo que refiere al uranio enriquecido. ¿Qué pasó? ¿Alguien tiene la respuesta?
Es evidente que la lista de culpables o facilitadores puede llenarse con el nombre de los dos lados del sol naciente y poniente. Escribo esto cuando el golfista y empresario en ejercicio del poder de la mayor potencia mundial entra a la sala de situación de la Casa Blanca y espero que tome la correcta decisión de hacer el aporte imprescindible para neutralizar la amenaza que sobre el mundo representan las corrientes musulmanas yihadistas, haciendo un dúo fulminante con Israel, la pequeña potencia que ya empezó el trabajo. Sí, tan pequeña como Tucumán y si llamamos a la querida provincia "El Corazón de la República Argentina", bien podríamos decir que el Medio Oriente palpita hoy en Israel.
(*) Santafesino radicado en Israel desde 2002.