El Papa León XIV presidió este domingo 1 de junio la Misa conclusiva del Jubileo de las Familias, los Niños, los Abuelos y los Ancianos, en una Plaza de San Pedro colmada de fieles de 131 países. En su homilía, el Pontífice destacó el valor del matrimonio como “modelo concreto del amor entre el hombre y la mujer”, y no como un “ideal inalcanzable”.
“Ese amor, al hacerlos ‘una sola carne’, los capacita para dar vida, a imagen de Dios”, afirmó.
León XIV subrayó que las familias son “pequeñas iglesias domésticas, en las que el Evangelio es acogido y transmitido”, y recordó la carta Gratissimam sane de San Juan Pablo II, señalando que “la familia tiene su origen en el amor con que el Creador abraza al mundo creado”. El Papa deseó que “la fe, la esperanza y la caridad crezcan siempre en nuestras familias”.
León XIV: “El matrimonio no es un ideal, sino el modelo concreto del amor”. Foto: ReutersNiños como esperanza y abuelos como faro
El Santo Padre expresó su alegría por la presencia de numerosos niños en la celebración, a quienes consideró una fuente de esperanza. “Estoy contento de acoger a tantos niños, que reavivan nuestra esperanza”, manifestó con emoción. Asimismo, extendió su gratitud a los abuelos y ancianos, a quienes calificó como un “modelo genuino de fe e inspiración para las generaciones jóvenes”.
El Papa cerró su saludo con un “¡gracias por venir!” y realizó un reconocimiento especial a los peregrinos de la diócesis de Mondovì, en la región de Piamonte. También resaltó la solemnidad de la Ascensión del Señor, celebrada en Italia y otros países, como “una fiesta muy hermosa, que nos hace mirar hacia el objetivo de nuestro viaje terrenal”.
León XIV: “El matrimonio no es un ideal, sino el modelo concreto del amor”. Foto: ReutersMártires de la fe y medios al servicio del bien
Durante su alocución, mencionó la beatificación de Cristófora Klomfass y otras catorce religiosas de la Congregación de Santa Catalina Virgen y Mártir, asesinadas en 1945 en Polonia por soldados del Ejército Rojo.
“A pesar del clima de odio y terror contra la fe católica, siguieron sirviendo a los enfermos y huérfanos”, destacó León XIV. Encomendó a estas nuevas beatas a todas las religiosas que “gastan su vida generosamente por el Reino de Dios”.
También recordó la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales y agradeció a los profesionales que, “cuidando la calidad ética de los mensajes, ayudan a las familias en su tarea educativa”. Con un llamado final a la unidad y la paz, encomendó a la Virgen María a todas las familias que sufren, particularmente en Oriente Medio, Ucrania y “otras partes del mundo”.
“Que la Madre de Dios nos ayude a caminar juntos por el sendero de la paz”, concluyó.
La Plaza de San Pedro se llenó desde temprano. León XIV bendijo al “Santo Pueblo Fiel de Dios”, en una jornada atravesada por la esperanza, la memoria y la defensa de la familia como núcleo esencial de la fe.