Concebir las revueltas y el cambio de gobierno en Nepal como una mera reacción al bloqueo de las 26 principales redes sociales podría considerarse apresurado o simplemente un error.
Las violentas revueltas, los muertos, la huida de los ministros y la particular designación de su reemplazo bajo la mirada de Bernardis. La posición de la India y su relación con la ex monarquía nepalí como clave.

Concebir las revueltas y el cambio de gobierno en Nepal como una mera reacción al bloqueo de las 26 principales redes sociales podría considerarse apresurado o simplemente un error.
Si bien, el plano virtual fue la gota que rebalsó el vaso, los motivos que llevaron a movilizar a la “Generación Z” en el país asiático se acumulan durante los últimos años con foco en la corrupción gubernamental, la crisis laboral y los residuos de la caída de la monarquía.
Respecto a los detalles de cada punto y la opinión internacional sobre el caso, Joaquín Bernardis del Observatorio de Política Internacional de la Universidad Católica de Santa Fe (UCSF) habló en CyD Litoral.
Entre el 8 y el 13 de septiembre de este año se registró el centro de las violentas manifestaciones en Nepal que dejaron como saldo al menos 72 personas muertas y más de 1.300 heridos.
Las consecuencias para el Estado fueron la renuncia del primer ministro Khadga Prasad Oli; junto a otros funcionarios como el de Finanzas, humillado sobre un río; la muerte de la esposa del premier; y la destrucción de los edificios gubernamentales más relevantes.
Estos actores son parte de la estructura social que Joaquín Bernardis destaca como parte del trasfondo de la crisis, sin dejar de resaltar el hecho de que se limitó el acceso a redes sociales, con diferencias como el caso chino que posee sus propias plataformas: “La válvula de escape fue esta suspensión de las redes sociales que claramente fue el detonante, pero ya había una serie de desencadenantes previos Que estaban ahí latentes esperando eh la chispa que haga explotar todo”.
Los jóvenes, protagonistas de las revueltas, son clave por una problemática interna: “En Nepal más del 50% de su población tiene menos de 30 años. Una población muy joven, una estructura social muy joven”, indica Bernardis y agregó: “Los jóvenes dentro de Nepal vienen muy descontentos respecto a su posibilidad de proyección en el futuro”.
“Hasta 2006, específicamente 2008, con la nueva Constitución, Nepal pasó 240 años bajo una monarquía prácticamente absoluta y de la noche a la mañana pasó a ser una república parlamentaria con un presidente y un primer ministro. La mayoría de los líderes tuvieron una lógica o marxista o socialdemócrata con muchas promesas de cambio respecto a lo que fue la época monárquica, pero ninguna se tradujo en un cambio positivo o real para Nepal en su realidad”, detalla el especialista.
La migración de los más jóvenes es otro factor que altera a este país de casi 30 millones de habitantes en 147.181 km²: “Hoy la mayoría de los jóvenes tienen que ir a trabajar a otro país. Se tienen que ir a Malasia, se tienen que ir a la India a trabajar o bien se tiene que ir a las monarquías del Golfo Pérsico a trabajar, por ejemplo, en el sector de la construcción con contratos temporales”.
La importancia para la economía local de los trabajadores en el extranjero es un elemento destacado por Bernardis: “Prácticamente para las familias nepalíes un tercio de sus ingresos vienen de familiares que están en el extranjero y con esos ingresos pagan si se quiere la educación, la salud básica de su día a día”.
Las “diferencias de clase” y algunos conceptos de nepotismo fueron también aspectos relevantes para desencadenar las impactantes imágenes registradas en Katmandú y otras ciudades, según Bernardis.
“En la política nepalí, comparado con lo que suele ser algunos países de Occidente, lo que sucede es que son tres apellidos que se van rotando cada dos años en el gobierno por crisis política. Entonces, eso también da una sensación de hay una élite separada del pueblo que se alternan los cargos”, indicó el licenciado en Relaciones Internacionales.
“Lo que estaba pasando el último tiempo es que los familiares de esta élite política que está en el poder legislativo, como también en el ejecutivo y el judicial, últimamente usaban las redes sociales para postear su estilo de vida de lujo”, complementó el columnista de CyD Litoral.
El rol de la juventud como principal afectada por las restricciones y el goce virtual de las familias de los mandatarios, también se reflejó en las soluciones y las manifestaciones en sí.
Sushila Karki es el nombre de la mujer que desde el 12 de septiembre, al menos hasta marzo de 2026, oficiará de primera ministra, siendo la primera mujer en ocupar dicho cargo.
Sin embargo, la situación de Karki no se torna particular por este último punto, sino por la metodología de designación. Con caos en las calles, una votación en la plataforma Reddit fue la que la eligió por encima de competidores como el youtuber “Random Nepali”, segundo en la encuesta. No es un chiste, fue elegida por usuarios de este sitio web.
Karki es una ex ministra de la Corte Suprema definida por Bernardis con “un perfil anticorrupción o antielite”. “Tuvo un año de poder judicial y se fue por estas cuestiones que vio y es ahí donde salió en medio de este caos y esta visión anticorrupción que tienen los jóvenes nepalíes para ser la nueva primera ministra durante 6 meses”, sumó el especialista.
A pesar de la espectacularidad de las imágenes, en el pleno de otros conflictos de mayor complejidad para las naciones centrales del planeta, las reacciones internacionales sobre lo ocurrido en Nepal han sido tímidas
“No hubo mucha reacción internacional más que, por ejemplo, la ONU diciendo que la política nepalí de que hay que apaciguar las aguas porque la crisis estaba escalando”, remarcó Bernardis.
“Los que estuvieron viendo qué sucede en Nepal son sus vecinos, la India y China. Dos competidores regionales”, respondió al ser consultado por los principales afectados.
El rol del país del primer ministro Narendra Modi es vital porque “étnicamente tiene muchas cercanías con la India y culturalmente, porque la mayoría de los nepalíes van a estudiar o van a trabajar a la India o la infraestructura Nepal, la poca que hay, está muy conectada a la India, no tanto a China, porque está el Himalaya”.
“La India está viendo o mira de reojo lo que sucede en Nepal porque en su país reside, si se quiere, la continuación de la dinastía que reinó 240 años en Nepal. Modi tiene muy buena relación con esa familia”, agregó el licenciado.




