El pasado lunes 28 de abril, Mark Carney completó la transición de gobierno en Canadá imponiéndose en las elecciones federales con Partido Liberal y asegurando su puesto como primer ministro del Parlamento.
La renuncia de Trudeau, el adelantamiento de las elecciones y las amenazas de Trump como claves para el resultado electoral y el devenir.

El pasado lunes 28 de abril, Mark Carney completó la transición de gobierno en Canadá imponiéndose en las elecciones federales con Partido Liberal y asegurando su puesto como primer ministro del Parlamento.
Carney había asumido como presidente del partido tras la renuncia de Justin Trudeau, quien luego de nueve años al mando del gobierno, sufrió no sólo una caída de su imagen, sino también una serie de presiones internas de su gabinete que incluyeron renuncias de funcionarios históricos de la línea.
En busca del tradicional “voto confianza”, y argumentando de manera oficial de que es “el momento más importante de la historia de Canadá”, Carney adelantó cuatro meses los comicios y logró su cometido.
Con una brutal remontada de 20% en los sondeos de opinión durante las últimas semanas antes de que los casi 20 millones de canadienses fueran a las urnas, los liberales ganaron con el 43%. Los candidatos hasta semanas previas, el Partido Conservador con Pierre Poilievre a la cabeza, se quedó cerca con 41%.
El desafío de la actual gestión es diferenciarse de las tres previas y afrontar las embestidas del mandatario de su vecino Estados Unidos, Donald Trump. Sobre estos aspectos, Joaquín Bernardis del Observatorio de Política Internacional (OPI) de la Universidad Católica de Santa Fe (UCSF) habló en CyD Litoral con Gustavo Ocampo.
La postura de presión de Donald Trump hacia el resto del planeta es parte de la agenda internacional desde que asumió en enero, pero el caso canadiense es uno de los más particulares al ser amenazados no sólo desde el plano arancelario, sino también insinuando una eventual anexión cómo 51° estado.
“El contexto preelectoral, por lo menos hasta la renuncia de Trudeau, era de victoria total de los conservadores, la derecha canadiense. Básicamente toda esta retórica de Trump generó un fuerte nacionalismo dentro de Canadá y terminó contrabalanceado la brecha de casi 20 puntos que había en la encuesta”, indica Bernardis sobre el efecto contrario de las declaraciones del magnate.
Otro de los aspectos que llevaron a Carney a liderar a los liberales y sostenerse como candidato fiable para un contexto particular de la relación con su principal socio fue su currículum e historial como banquero.
“Es un ex banquero que dirigió el Banco de Inglaterra, que dirigió el Banco de Canadá en momentos muy convulsos. El Banco de Canadá en las crisis del 2008, el Banco de Inglaterra con el Brexit”, destaca el entrevistado en CyD Litoral.
Bernardia agrega al respecto: “Estos escenarios le dieron un perfil muy pragmático a Mark Carney y bueno, este también encarnó la idea de que es capaz de pilotar a Canadá durante la época de Donald Trump”.
El escrutinio definitivo de las elecciones federales de Canadá dejó a los liberales con 165 escaños y a los conservadores con 147. La mayoría absoluta necesaria es de 172, por lo que el oficialismo deberá formar coaliciones para poder gobernar con tranquilidad, algo que había hecho con el Nuevo Partido Democrático y luego se cayó.
“Tiene que negociar con el Partido Demócrata, que si se quiere es de izquierda. Obtuvieron ocho escaños, tampoco es que obtuvieron demasiados”, indica Bernardis, quien suma como opción al Partido Verde, que sólo quedó con uno.
La orientación ecológica de los verdes no debería representar un problema mayor para Carney ya que dentro del ámbito de las finanzas es conocido como un “banquero verde, alguien que busca invertir en sostenibilidad”, definido así por el especialista del OPI.
El otro plano del futuro canadiense pasa además por los aspectos externos a la política doméstica, con Donald Trump como principal elemento a observar.
“Hasta el momento Donald Trump es claramente opositor a Mark Carney en término de que es la continuidad de Justin Trudeau”, comentó Bernardis, a pesar de los intentos de campaña del primer ministro por asegurar que “Trudeau ya no está”.
“Hubiese sido otro el escenario si ganaba la derecha en Canadá, pero esto también le jugó en contra al mismo sector del Partido Conservador porque lo veían como un aliado a Donald Trump”, expresó el licenciado en Relaciones Internacionales.
Sobre la postura de Carney ante la Casa Blanca también respondió: “Hasta el momento Mark Carney encarnaba, por lo menos dentro del continente, la oposición férrea a Donald Trump. Cuando le quisieron establecer los aranceles a Canadá y México, fue uno de los que más alzó la voz y estableció medidas retaliatorias. México no lo había realizado en su momento”.




