Donald Trump afirmó este martes que Estados Unidos atacó una embarcación que habría zarpado de Venezuela con un cargamento de drogas. El hecho sacude el tablero regional, en medio de una escalada de amenazas bélicas en el Mar Caribe.
El presidente norteamericano confirmó desde el Despacho Oval que fuerzas militares dispararon a una embarcación con estupefacientes. Caracas denuncia una maniobra de intimidación militar y alista sus milicias.

Donald Trump afirmó este martes que Estados Unidos atacó una embarcación que habría zarpado de Venezuela con un cargamento de drogas. El hecho sacude el tablero regional, en medio de una escalada de amenazas bélicas en el Mar Caribe.
La comunicación del presidente estadounidense se realizó desde el Despacho Oval ante su gabinete y medios acreditados. "Acabamos de disparar a un barco lleno de drogas. Literalmente acabamos de hacerlo", dijo frente a las cámaras, en tono desafiante.
Si bien no dio precisiones sobre la ubicación exacta del ataque, sí confirmó que se trataba de una embarcación que había salido desde Venezuela.
La operación, según informó luego el secretario de Estado Marco Rubio en redes sociales, se trató de un "ataque letal" contra un barco perteneciente a una "organización narco-terrorista designada" por Estados Unidos.
El ataque se inscribe dentro de un despliegue militar mayor impulsado por la administración Trump en aguas del Caribe. El objetivo es combatir grupos criminales latinoamericanos —como el Cartel de los Soles y el Tren de Aragua—, de acuerdo a las afirmaciones director de la DEA, Terry Cole.
No obstante, diversos analistas interpretan que la maniobra tiene un fuerte componente geopolítico, de presión sobre el régimen venezolano, en un contexto de creciente tensión entre Washington y Caracas.
La operación, presentada como parte de una acción antinarcóticos, del Departamento de Defensa de EE.UU. incluye el buque de asalto anfibio USS Iwo Jima, líder del Grupo Anfibio de Despliegue Inmediato, que se dirige al Caribe Sur acompañado del USS San Antonio y el USS Fort Lauderdale.
En conjunto, la flotilla traslada unos 4.500 efectivos, entre ellos 2.200 marines de la Unidad Expedicionaria 22. El grupo partió desde Norfolk, Virginia, tras haber demorado su salida por el huracán Erin.
El gobierno venezolano acusa a los Estados Unidos de violar el derecho internacional y de escalar deliberadamente una situación para justificar intervenciones. "Cualquier agresión será respondida con toda la fuerza soberana del pueblo venezolano", advirtió el presidente Nicolás Maduro.
Ante el despliegue de flota norteamericana, las tropas venezolanas realizan ejercicios militares en la frontera, bajo el lema "Operaciones Revolucionarias Bolivarianas". La suma de estos movimientos genera inquietud en países vecinos como Colombia, Brasil y Guyana.
Según cifras difundidas desde el Palacio de Miraflores, se activaron 4,5 millones de efectivos entre militares, milicianos y reservistas.
El ministro de Defensa, Padrino López, confirmó que se movilizaron 15 mil soldados hacia la frontera con Colombia, además del alistamiento voluntario a las milicias bolivarianas, el refuerzo de la vigilancia en el Golfo de Venezuela y el lago de Maracaibo con drones y patrullajes navales.




