El domingo comenzó con sirenas, explosiones y columnas de humo en Ucrania. Fue una de las noches más violentas desde que empezó la invasión rusa: al menos cuatro personas murieron, decenas resultaron heridas y los daños materiales fueron cuantiosos. En Kyiv, una niña de 12 años murió al colapsar su vivienda por los escombros.
El ataque se extendió por más de doce horas. La Fuerza Aérea Ucraniana confirmó el uso de misiles hipersónicos Kinzhal, Kalibr de largo alcance y drones Shahed de fabricación iraní. La defensa aérea derribó varios de ellos, pero no logró evitar un saldo trágico.
Kyiv amaneció bajo humo tras una noche de intensos bombardeos con misiles y drones rusos. Foto: ReutersGolpe directo a la capital
Los bombardeos alcanzaron barrios residenciales, una guardería y una clínica de cardiología. El jefe de gabinete de Zelensky, Andriy Yermak, calificó el ataque como una "guerra contra la población civil". Mientras tanto, el alcalde de Kyiv, Vitali Klitschko, detalló que cinco edificios fueron dañados y que los escombros alcanzaron a una vivienda y un jardín de infantes.
Según datos oficiales, una de las zonas más afectadas fue Zaporiyia, donde también se reportaron heridos y destrucción de infraestructura civil. La imagen de un rescatista sosteniendo el motor destrozado de un dron ruso se convirtió en una postal de esta nueva escalada.
Los misiles Kalibr y Kinzhal golpearon clínicas, viviendas y una guardería en Kyiv. Foto: ReutersPolonia en alerta máxima
El impacto del ataque cruzó las fronteras. Polonia activó sus sistemas de defensa aérea y desplegó cazas militares para proteger su espacio aéreo. Las autoridades informaron que se cerraron temporalmente zonas del cielo en el sureste del país y que se pusieron en alerta los radares de seguimiento.
“Estas acciones son preventivas”, informaron desde el Comando Operacional polaco. Pero en medio de una guerra con múltiples episodios de drones cruzando fronteras, cada reacción se mide con cuidado. En la OTAN, crecen las diferencias sobre cómo responder ante estas incursiones rusas.
Ucrania resistió el ataque, pero las autoridades advierten sobre nuevos bombardeos. Foto: ReutersUcrania resiste, la tensión crece
A pesar del ataque, la vida en Kyiv no se detuvo por completo. El humo seguía flotando sobre la ciudad mientras algunos vecinos paseaban a sus perros o salían a hacer compras. La resiliencia de los ucranianos parece inquebrantable, pero el costo humano es cada vez más alto.
Volodymyr Zelensky aún no se pronunció, pero su entorno confirmó que habrá nuevos pedidos de asistencia militar a los países occidentales. La continuidad de estos ataques plantea interrogantes sobre el alcance real de las defensas aéreas ucranianas.