El Litoral
El menor recibió la imagen de una esvástica en un grupo de WhatsApp. El caso llegó a la Justicia.
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Santino Guglieri tiene 12 años y vive en la ciudad entrerriana de Paraná. Asiste el Colegio Nacional N°1 como cualquier otro jóven. Es educado, amable y hasta fue declarado Ciudadano Ilustre por el Concejo Deliberante por su trabajo como escritor.
El sábado Santino recibió un fuerte mensaje a su teléfono celular: la foto de una esvástica. Germán, su padre, se enteró a través de su propio hijo, quien preocupado le contó lo sucedido.
“Santino no es un chico de venir con cuentos del colegio ni nada por el estilo. Se la bancó pero para mí que el sábado cuando recibió eso se asustó. Nosotros le preguntamos qué quería que hiciéramos. Le dije que iba a hacer la denuncia en la Fiscalí y estuvo de acuerdo”, sostuvo Glugieri a un medio paranaense.
Según trascendió, durante gran parte del año lectivo Santino limpió muchas de las pintadas con simbología nazi que en su escuela aparecían a diario. “No supímos hasta hace unos días que estaba recibiendo agresiones por este tema”, contó el padre del menor.
Un largo camino
No es la primera vez que Santino Guglieri sufre algún tipo de agresión por parte de sus compañeros de clase o incluso, algún desplante de una institución educativa.
Desde que fue diagnosticado con síndrome de Asperger, un Trastorno Espectro Autista (TEA), Santino debió cambiar de escuela, ya que los padres de otros alumnos pidieron expresamente que no querían que el niño tome clases allí.
Santino es un lector voraz y, hace algunos años, también escribe. Este año ganó un premio de la Biblioteca Popular por uno de sus cuentos. Y fue declarado Ciudadano Ilustre por el Concejo Deliberante de Paraná.
El desenlace de la historia
Cuando se conoció lo ocurrido, las autoridades del Colegio Nacional de Paraná, el Concejo General de Educación de la provincia, el Concejo Provincial del Niño, el Adolescente y la Familia (COPNAF) y la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) de Paraná se comunicaron con los Guglieri para solidarizarse. Y mañana se celebrará una reunión con representantes de esas instituciones, en la escuela.
En el día de ayer, la mamá del compañero que le mandó la esvástica a Santino llamó a la casa de los Guglieri: "Los dos estaban llorando, me pidieron disculpas. La madre me dijo él no sabía lo que estaba haciendo y que quería disculparse con Santino. Le pasé el teléfono, y escuché que Santi le decía ´¡No sabés qué bien se siente escuchar tu disculpa!'", cuenta Guglieri.