Desde el centro de Zhangjiajie, un teleférico lleva hasta la cima de la montaña Tianmen, conocida como la “puerta del cielo”. A medida que el verde reemplaza a la ciudad, el asombro crece. En lo alto, pasarelas suspendidas al borde del abismo invitan a caminar entre nubes, roca y vértigo. Una experiencia única en el corazón de China.



































