El autor propone un impuesto único por transacción, distribuyendo fondos entre municipios, provincias y nación, para simplificar el sistema tributario y pagar deuda.
Señor presidente Javier Milei, usted continúa requiriendo préstamos en dólares, qué importante sería que informe para qué son utilizados. De todas formas, a las explicaciones del caso ya las conocemos, porque lamentablemente no es el primer presidente que requiere préstamos para "tapar agujeros" de su propia gestión.
Y así estamos: endeudados "hasta el cuello", sabiendo que lo que debemos es impagable. Si el presidente de Estados Unidos le ofrece esta clase de ayuda, lo hace simplemente porque sabe que está comprando tierras, además de cobrar suculentos intereses y asegurarse una estrategia a futuro en lo que significa sus intenciones de dominio sobre el mundo.
Más allá de fabular, soy práctico y como no vivo de prebendas del gobierno, le ofrezco -sin costo alguno- mi modesta propuesta. Es la siguiente:
1) Los dólares que ingresan por préstamos internacionales, solamente deberían ser usados para fomentar y dar créditos a empresarios que estén registrados como pequeños y medianos, o microemprendedores, no a las grandes empresas y menos a las de los amigos que encima representan a intereses de otros países.
Hay que otrogarlos para que aumenten su producción y den trabajo, de esta manera el Estado a través de los bancos podrá cobrar intereses e ir devolviendo lo recibido.
2) Determinar la libre circulación del uso de los dólares. Que los ciudadanos argentinos tengamos en nuestro poder, sin necesidad de declararlos y sin cobro de impuestos. Deje que los ciudadanos con nuestros dólares podamos libremente comprar en los comercios, o negociar nuestros productos sin un valor predeterminado.
Que aquellos comerciantes, industriales y productores que reciben dólares depositen en los bancos con absoluta libertad. Dejen que el pueblo le ponga el valor que responda a una evaluación que se negocia.
3) De lugar a la producción, esta es una alternativa y la otra disminuir los Impuestos, no solamente para los amigos, para todos los ciudadanos de a pie y que sea permanente. Logre tener un Estado austero que sea pobre, pero con una pueblo trabajando como empresarios o como obreros, cómo empleados y sea un artífice de reducir el "unitarismo porteño", que ahoga al resto del país.
4) No todo es dólares. Si le interesa, la salud de acuerdo a disposiciones del Ministerio de Salud y la Superintendencia de Salud, está afectando a los ciudadanos haciendo excepciones a determinados empresarios, que fomentan la eliminación de la libertad de opción.
5) Muchos en nuestro país trabajamos "en negro", pero es probable que desde el Ministerio de Economía (responsable del Afip/Arca) a esto no se lo comentan. Existe una posibilidad para evitarlo: el impuesto único, o universal, mediante el cual todos aportemos por cada transacción comercial que se ejecuta, en cada momento y a diario.
Que luego se distribuya un 20% al municipio de origen, un 40% a la provincia, un 30% a la nación y un 10% al Tesoro Nacional, para pagar la deuda internacional. Que cada Estado se haga cargo de su administración. Este Impuesto anula todos los impuestos habidos y por haber.
Mi concepto es federal, en contra del "unitarismo porteño". El modelo que propongo, a usted le va a interesar porque implica copiar la aplicación del diezmo, inventado por los judíos y adoptado a su vez por los cristianos (tan mal no les ha ido).
6) La inseguridad, es otro punto que afecta al ciudadano de a pie y se hace notorio la falta de un trabajo a conciencia de parte del Poder Judicial. ¿La policía en general, para que está, si no tiene poder de acción? A nosotros, los ciudadanos de a pie, pero fundamentalmente a los adultos mayores nos golpean, nos matan y quienes nos deben custodiar y cuidar de los delincuentes no lo pueden hacer.
Con la consideración y respeto, lo saludo como se merece. A su disposición.