En todos los conflictos armados hay víctimas de las fuerzas en conflicto y víctimas colaterales, aquellos que no participan en la acción bélica. La población huye de las zonas calientes, se autodesplaza o es desplazada preventivamente por el ejército para disminuir las probabilidades de daños.
La guerra de Gaza es una guerra urbana en territorio de alta densidad poblacional y edilicia (una de las más grandes del mundo).
El esfuerzo que realiza el ejército de Israel desplazando a la población a zonas seguras, con el objetivo de la aniquilación del hormiguero terrorista es titánico. Hay víctimas que pertenecen a todos los partícipes de esta situación: soldados, terroristas y civiles.
No siempre se puede desmantelar el uso por parte del Hamás de su propia población como escudos humanos (les impiden salir y trasladarse), o del uso simultáneo a sabiendas de instalaciones civiles como bases operativas para su accionar (escuelas, depósitos, organizaciones humanitarias, etc).
Los gazatíes están siendo amenazados por el Hamás para que no colaboren con las fuerzas americanas en la distribución de alimentos. Una de cal y una de arena, esa es la triste realidad.
La única limpieza étnica que ha sucedido en Gaza se realizó en el año 2005 bajo el gobierno de Ariel Sharon, que desalojó asentamientos de ciudadanos israelíes que se habían establecido en Gaza (unas 8.000 personas).
Las excelentes infraestructuras que se dejaron intactas (desde casas hasta emprendimientos productivos), fueron desmanteladas y destruidas en lugar de ser aprovechadas. ¿Se entiende algo así?
Como dato histórico, se puede decir que hay referencias de las tierras de Judea desde 1.500 años antes de Cristo y ya en el siglo V de nuestra era existía población judía en Gaza. En el siglo Vl, Gaza fue sitiada y arrasada por los árabes, asesinando a toda su población judía cristiana y maronitas, que allí convivían.
Eliminaron a todos sus habitantes (se habla de unos 4.000). ¿Es interesante, no? Así lo demuestran los restos arqueológicos de la sinagoga en Gaza al día de hoy.
Antes de Cristo toda la región se llamaba Galilea y Judea en hebreo. Hablamos de más de 2.000 años. Hagan el cálculo: hace más de 3.000 años los judíos estaban establecidos y pujantes en Gaza. Pero resulta que hoy se habla de "limpieza étnica".
¿Qué irónico, no? ¿Lo que sucedió en los eventos narrados, qué hoy ya forman parte de la historia, qué fue entonces? ¿Traslado de gente, transferencia? No, fue lisa y llanamente la limpieza de varias etnias, es decir la eliminación absoluta de los que allí vivían.
Voy a utilizar una frase bíblica para promover la reflexión que dice así: "El que esté libre de pecados que tire la primera piedra" (Evangelio de Juan 8:7). Nadie debería criticar a otros si ha cometido las mismos errores. Es para pensar y para tener en cuenta, cuanta hipocresía contiene el criticar a los demás por los mismos hechos que uno ha cometido ("Más claro que el agua", dice el refrán).
Otro dato para analizar: la acción de Israel en la Franja está permitiendo que la población gazatí se manifieste en contra del poder de Hamás. Se puede decir que esto es una derivación natural de la intención de sobrevivir en el centro geográfico de la crisis.
Y ha trascendido una nota de periodistas árabes (con nombre y apellidos) que confirman que el permanente saqueo de las caravanas de suministros por los propios gazaties hace imposible la llegada de toda la ayuda humanitaria a donde se la necesita.
Por eso insisto: terminar con la hegemonía de Hamás es la única posibilidad de comenzar a restaurar desde todos los puntos de vista una sociedad tan vapuleada. Es uno de los caminos que ayudará a la finalización del conflicto.
Para finalizar, diré que las expresiones de las Naciones Unidas respecto a que la ayuda humanitaria no llega es absolutamente injustificada: las instituciones internacionales (incluida la ONU) se formaron con personal gazatí autorizado por el poder reinante, el grupo Hamás. Por eso Estados Unidos junto con Israel han establecido nuevos mecanismos, para que los gazatíes tengan acceso a la misma.