El fútbol infantil vive su fiesta con goles, sonrisas y un marco importante que acompaña el torneo auspiciado por El Litoral. La segunda jornada se disputó este lunes y continúa hoy martes, con partidos que hacen vibrar a chicos y grandes.
El fútbol infantil tiene su propia fiesta y en Santa Fe se llama Lagunerito. Este tradicional campeonato, que año a año convoca a cientos de niños de diferentes clubes y barrios, ya pisa fuerte en su segunda jornada, disputada este lunes y con continuidad en la tarde de este martes. Con la organización aceitada y el auspicio de diario El Litoral,la propuesta deportiva y recreativa volvió a reunir a un importante marco de público que acompañó desde las tribunas con aplausos, cánticos y ese calor tan especial que genera el ver jugar a los más chicos.
La ilusión se multiplica en cada pase y en cada sonrisa. Créditos: Manuel Fabatia
En cada partido se respira pasión, pero también se vive la inocencia y la alegría del juego, con goles que son festejados con la misma intensidad que una final mundialista. Hubo conquistas de todos los estilos: desde definiciones con clase hasta jugadas colectivas que arrancaron aplausos. Cada tanto se convierte en un recuerdo imborrable para los pequeños protagonistas que se animan a soñar con grandes hazañas.
El clima festivo no solo estuvo dentro de la cancha. Afuera, las familias le dieron color a la tarde-noche con banderas, camisetas, cánticos y la clásica ronda de mates, mientras los más pequeños corrían entre los pasillos y esperaban su turno para entrar a jugar. Todo eso conformó un escenario perfecto que reafirma que el Lagunerito no es solamente un campeonato, sino una verdadera fiesta comunitaria.
En cada partido se respira pasión Créditos:Manuel Fabatia
La organización ya tiene todo planificado: hoy martes, desde las 18.30, continuará la acción, mientras que el jueves, en el mismo horario, se disputará una nueva jornada decisiva. El viernes, en tanto, llegará el gran momento con las finales de cada categoría, donde los chicos tendrán la posibilidad de levantar el trofeo y cerrar de la mejor manera esta experiencia inolvidable.
Los dirigentes destacan que este tipo de encuentros no solo buscan promover el deporte, sino también los valores de la amistad, el respeto y la integración. En el Lagunerito, todos son protagonistas: los que hacen goles, los que atajan, los que alientan y hasta los que se equivocan y vuelven a intentarlo.
La ilusión se multiplica en cada pase y en cada sonrisa. “La pelota no se detiene, vamos los pibes”, es la consigna que se repite una y otra vez en cada rincón del predio, reflejando el verdadero espíritu de esta cita. Con la promesa de noches repletas de emoción, el Lagunerito sigue marcando el rumbo de una pasión que atraviesa generaciones y que convierte a Santa Fe en capital del fútbol infantil.
Porque aquí, más allá de los resultados, lo más importante es que los chicos juegan, disfrutan y sueñan. Y el Lagunerito, fiel a su esencia, les abre las puertas de una fiesta que ya es parte de la identidad deportiva y cultural de la región.