La Liga Santafesina de Fútbol cerró su año institucional con una reunión realizada en el salón del predio Nery Pumpido, un espacio emblemático para la Casa Madre del fútbol regional.
La última reunión del año de la Liga Santafesina de Fútbol dejó un balance ampliamente positivo desde lo deportivo e institucional, pero también expuso un dato que ya no pasa desapercibido: la creciente y valiosa participación de la mujer en los espacios de decisión. En cargos de alto impacto, las mujeres son integrantes de comisiones directivas y referentes que hoy ocupan cargos clave en numerosos clubes consolidan un cambio cultural profundo, con mirada de futuro y fuerte sentido de pertenencia.

La Liga Santafesina de Fútbol cerró su año institucional con una reunión realizada en el salón del predio Nery Pumpido, un espacio emblemático para la Casa Madre del fútbol regional.
Allí se abordaron los principales temas que dejó una temporada intensa, con múltiples competencias, crecimiento en distintas áreas y un balance general que fue calificado como altamente positivo.
Sin embargo, más allá de los números, los torneos y los logros deportivos, hubo un aspecto que sobresalió con fuerza y que invita a una reflexión más profunda: el rol cada vez más protagónico de la mujer en la estructura dirigencial de la Liga y de los clubes que la integran.
En un ámbito históricamente dominado por hombres, el avance sostenido de mujeres en cargos de conducción marca un punto de inflexión. No se trata de una presencia simbólica ni circunstancial, sino de una participación activa, comprometida y con capacidad real de decisión.
Hoy, son varios los clubes afiliados que cuentan con mujeres en los principales cargos dirigenciales, una realidad que habla de un proceso de transformación institucional que se viene gestando desde hace años y que ahora se expresa con claridad.
Entre las referentes que simbolizan este camino se destaca Liria Salemi, histórica dirigente de Ciclón Racing y también de la Liga Santafesina, donde supo desempeñarse como tesorera.
Su trayectoria, marcada por la responsabilidad, la seriedad en la gestión y el compromiso permanente, representa a muchas otras mujeres que, desde distintos lugares, han sido y son protagonistas del crecimiento del fútbol regional.
Nombrarla es, también, reconocer a tantas dirigentes que trabajan silenciosamente en cada club, sosteniendo proyectos, ordenando instituciones y pensando en el futuro.
Actualmente, entidades como Ciclón Racing, Nacional, Deportivo Santa Rosa, El Quillá, Loyola, Los Cholitos, Don Salvador y varios clubes más cuentan con mujeres ocupando cargos de relevancia en sus comisiones directivas.
Presidentas, vicepresidentas, secretarias, tesoreras y vocales que aportan una mirada integral, sensible y a la vez firme, entendiendo al club como una organización social que va mucho más allá de lo estrictamente deportivo.
El dato es saliente y merece ser destacado: la incorporación de la mujer a los espacios de poder en los clubes no solo amplía derechos, sino que mejora la calidad institucional.
Muchas de estas personas llegan a la función con un fuerte sentido de pertenencia, con historias ligadas al club desde la familia, desde el acompañamiento a hijas e hijos deportistas o desde el trabajo cotidiano en actividades sociales y comunitarias.
Esa cercanía con la realidad diaria de las instituciones les permite tomar decisiones con una perspectiva amplia y profundamente humana.
Además, la participación femenina aporta nuevas formas de liderazgo, basadas en el diálogo, la organización y la planificación a largo plazo. En tiempos donde los clubes enfrentan desafíos económicos, sociales y deportivos cada vez más complejos, contar con equipos dirigenciales diversos se vuelve una fortaleza.
Las mujeres no solo ocupan espacios: los transforman, los profesionalizan y los dotan de una sensibilidad especial para atender las distintas realidades que conviven dentro de una institución deportiva.
El crecimiento sostenido del fútbol femenino en los últimos años también ha sido un factor clave para este proceso. La consolidación de competencias, el aumento de equipos y la mayor visibilidad de las ramas femeninas generaron un contexto propicio para que mujeres altamente capacitadas se involucren en la toma de decisiones.
Con conocimiento, formación y experiencia, muchas de ellas asumieron roles dirigenciales con la convicción de trabajar por un desarrollo integral, tanto del fútbol femenino como del masculino.
En este camino, resulta fundamental visibilizar la tarea que llevan adelante. Son madres de niñas pequeñas, jóvenes profesionales, trabajadoras incansables que, además de sus responsabilidades personales y laborales, dedican tiempo y energía a la conducción de sus clubes.
Mujeres que están dando sus primeros pasos como dirigentes, pero que traen ideas nuevas, miradas renovadas y una fuerte vocación por construir un futuro mejor para los deportistas, sin distinción de género.
La Liga Santafesina de Fútbol, en este cierre de año, no solo celebra los logros deportivos alcanzados, sino también este avance significativo en materia de participación y equidad.
Reconocer el rol fundamental de la mujer en el fútbol no es solo un acto de justicia, sino una apuesta estratégica al crecimiento y la modernización de las instituciones.
El camino está en marcha y los hechos demuestran que, cuando las mujeres participan, el fútbol se enriquece, se fortalece y se proyecta con mayor solidez hacia el futuro.