UNL, campeón del Apertura de Futsal de Liga Santafesina

La Universidad Nacional del Litoral (UNL) lo hizo con autoridad, carácter y temple en una final inolvidable ante Villa Dora, en el estadio Andrés Meynet, que vivió una noche repleta de emociones, goles, momentos de tensión y una ovación final que rompió camisetas y rivalidades para rendirse ante un verdadero campeón de la Liga Santafesina de futsal.

Más de 300 personas le dieron vida a un partido que no sólo definía al campeón del primer torneo del año, sino que enfrentaba a dos de los equipos más regulares, competitivos y con identidades claras del actual panorama del futsal local. Villa Dora, dueño de una campaña formidable en la fase regular, llegaba como el gran candidato. Universidad, que supo ser líder durante buena parte del certamen y que fue escalando con esfuerzo por el camino de los playoffs, representaba al equipo sólido, intenso y en plena maduración.

El recorrido de los finalistas

El sistema de competencia fue exigente, y el trayecto de cada uno fue marcando diferencias. Villa Dora terminó primero en la fase regular y por ello clasificó directamente a semifinales, donde enfrentó a Sanjustino. En el estadio "16 de Abril", venció por 8 a 6 en un partido vibrante, sellando su boleto a la gran final. Villa Dora ya había sido protagonista del triangular final del Clausura 2024, y llegaba con sed de revancha, respaldo colectivo y un cuerpo técnico afianzado.

Por su parte, Universidad debió recorrer el camino largo. En cuartos de final eliminó al último campeón, Semillero, en un partido que también tuvo peso simbólico: destronar al vigente monarca fue un golpe sobre la mesa. Luego, en semifinales, aplastó a Unión por 8 a 3 en Monte Vera, mostrando una versión potente, agresiva y madura, que le permitió llegar a la final con confianza y con su gente ilusionada.

Una final con todos los ingredientes

El partido tuvo una intensidad emocional que se respiró desde el precalentamiento. Universidad entró con hambre y golpeó primero. Fue Piva, el capitán, quien rompió el cero con un tanto de jerarquía. Sin embargo, Villa Dora respondió con el empuje de su gente: Riquelme empató, y luego Ruiz dio vuelta el marcador. Con el 2-1, el local empezó a manejar el ritmo. Pero Piva, otra vez, mostró personalidad y empató el encuentro antes del descanso.

La segunda mitad fue una montaña rusa de emociones. Y si alguien soñara con un gol que rompa el partido en una final, sería como el que hizo Alan Zamer: un zurdazo que voló directo a la red, inatajable, para el 3 a 2 de la visita. Ese gol silenció al estadio por un segundo, antes de que estalle el banco visitante.

Desde ese momento, el partido se rompió y Universidad fue letal. Con Zamer encendido (anotó otro tanto), Costamagna convirtiendo por duplicado y un equipo que mostraba una versión completa —orden defensivo, transiciones rápidas, eficacia en la definición—, la U fue construyendo el triunfo.

En paralelo, se agigantaba la figura de Solares, el arquero celeste, que respondió desde los tres palos cada vez que el local apretó. Salvo una acción de Ambrosetti, que marcó para descontar y puso algo de suspenso, Universidad mantuvo el control emocional del juego hasta el pitazo final de Vivas, que decretó el 6-4 y la consagración.

El triunfo del trabajo, la paciencia y el compromiso

La consagración de Universidad no fue una sorpresa, sino el resultado de un proyecto sostenido, con jugadores que conocen la camiseta, un cuerpo técnico que potencia desde la calma, y un equipo que sabe sufrir y competir. La dupla técnica Segovia-Soperes logró conformar un grupo compacto, con roles definidos y liderazgos distribuidos. Piva fue el alma, Zamer la figura desequilibrante, Solares el bastión y Costamagna el ejecutor. Pero el secreto del título no fue un nombre, sino el colectivo.

Del otro lado, Villa Dora cerró una gran campaña, en la que fue líder, jugó con soltura y se mantuvo en la elite del futsal santafesino. En la final no le alcanzó, pero dejó en claro que es una de las instituciones que mejor entiende y representa el crecimiento de esta disciplina en Santa Fe.

Una postal que queda: el aplauso conjunto

Cuando el partido terminó, hubo algo más que un festejo: hubo reconocimiento. Las imágenes lo dirán mejor que las palabras: jugadores de ambos equipos abrazados, tribunas compartiendo aplausos, y un clima de respeto por el campeón y por el espectáculo brindado. Fue una final ejemplar.

La Liga Santafesina de Fútbol, a través de sus autoridades, hizo llegar su felicitación formal a la Universidad Nacional del Litoral por la obtención de su segundo título de futsal (tras el Apertura 2021), y también a Villa Dora, por su destacado recorrido y por haber estado a la altura del partido más importante del semestre.

La pelota dejó de rodar en este Apertura, pero la historia sigue: con campeones que dejan una marca, con rivales que dignifican el juego y con un futsal liguista que crece en cada torneo.