Emanuel Matías Casco fue brutalmente asesinado en diciembre de 2020. Fue golpeado con saña. Luego, fue ejecutado de un tiro en la cabeza. Finalmente, su cadáver fue atado con alambres y bolsas, antes de ser descartado en el río Coronda. Por este homicidio está acusado Ernesto Fabián Quintana, un hombre de 45 años que figuraba hasta este miércoles entre los prófugos santafesinos más buscados. “Cayó” gracias a una persona que ofreció una pista sin reclamar la importante recompensa que prometían las autoridades.
Esta historia comenzó el 4 de diciembre de 2020, por la mañana. Ese día, Quintana pasó a buscar a su empleado, Casco, por su casa de barrio Loyola Sur de la ciudad de Santo Tomé. Según el primero le había anticipado telefónicamente la noche anterior al segundo, iban a ir a hacer algunos trabajos en el campo que tenía en la zona rural de la ciudad de Recreo.
A partir de entonces, nada más se supo de Casco, que habitualmente realizaba tareas como peón. Su esposa, en ese momento embarazada de 8 meses, hizo la denuncia y rápidamente apuntó contra el patrón.
El cuerpo del hombre fue hallado a la orilla del río, en jurisdicción de Sauce Viejo, cuatro días después de su desaparición.
Investigación
Inicialmente la investigación estuvo en manos del fiscal Gonzalo Iglesias, pero luego pasó al Área de Delitos Complejos del Ministerio Público de la Acusación (MPA).
La doctora Ana Laura Gioria tomó la posta y sumó nuevas medidas a las que habían sido ordenadas por su colega. Se apoyó en la Policía de Investigaciones (PDI).
La familia de Casco había aportado la dirección de una casa quinta cercana al lugar del hallazgo del cuerpo. Ese inmueble, presuntamente, había sido usurpado por Quintana. Cuando fue allanado, los peritos encontraron allí algunas piezas dentales que serían de la víctima y también manchas de sangre. La fiscalía sostiene que esa fue la escena del crimen.
Por otra parte, al analizar los movimientos del teléfono de Quintana se pudo comprobar que, el día de la desaparición de Casco, el imputado salió de Recreo, pasó por la casa de la víctima y se dirigió directamente a Sauce Viejo, donde permaneció por cuatro horas. Luego, volvió a su casa, donde apagó el celular y ya no volvió a usarlo.
Elementos secuestrados durante allanamiento de este miércoles. El LitoralArresto y fuga
Con los elementos reunidos, Gioria solicitó la captura de Quintana. El hombre fue aprehendido en abril de 2023 en su finca de Recreo. Durante el allanamiento, los uniformados se toparon con un cultivo de cannabis y también marihuana ya en proceso de secado adentro de una vivienda. No era la primera vez que se hallaba droga en ese lugar. De hecho, para ese momento ya la Justicia Federal también buscaba al sospechoso, por considerarlo miembro de una banda narco argentino-paraguaya que traficaba estupefacientes en barco.
Ante la Justicia Provincial, la fiscal Gioria imputó a Quintana como autor de "homicidio doblemente calificado por el empleo de arma de fuego y por haber sido cometido con alevosía”. Luego, se dictó su prisión preventiva y fue alojado en una celda de la Subcomisaría 6a de La Guardia.
El 18 de noviembre de 2023, Quintana y otros ocho detenidos aprovecharon un descuido de los policías y escaparon.
Desde entonces, los detectives trataron de encontrarlo, pero todos los intentos fueron en vano. Los allanamientos, uno tras otro, no dieron resultado.
Antes de ser reducido, Quintana habría amenazado a los policías con un cuchillo. Foto: El LitoralSorprendido
Pocos días atrás, la fiscal dispuso que el nombre de este sujeto sea incluido en la lista de presos más buscados, por los que se ofrecen recompensas. Esta medida fue clave, porque el martes se publicó su rostro y este miércoles por la mañana alguien llamó de manera anónima para avisar que había visto ese rostro en una finca de Recreo, muy cerca del campo de Quintana.
Los investigadores se acercaron y con cautela examinaron el lugar. Así pudieron ver que el prófugo estaba sentado junto a una mujer en un descampado, muy cerca de una casa. Con instrucciones de la fiscalía, los detectives cayeron sobre el hombre, que en un acto instintivo tomó el cuchillo con el que estaba desayunando y amagó con ofrecer resistencia.
Un disparo al suelo de uno de los uniformados fue suficiente para que Quintana entendiera que la mejor opción era entregarse. Luego de ser esposado, los detectives requisaron la vivienda y en el interior hallaron una pistola calibre 9 milímetros cargada y con su número de registro borrado. Además, secuestraron en el inmueble seis teléfonos celulares.
Trascendió que el próximo viernes, el detenido va a ser imputado por los nuevos delitos: evasión y tenencia ilegítima de arma de fuego considerada “de guerra”.