Otra vez la inseguridad golpeó de lleno en un lugar que debería estar blindado: el Centro de Salud Padre Cobo, en Pedro de Vega 3800, en barrio Los Hornos de Santa Fe. Delincuentes ingresaron por el mismo sector vulnerado hace apenas una semana y repitieron la secuencia: medicamentos, insumos y electrodomésticos fueron sustraídos.
“Las trabajadoras se encontraron con todo revuelto y cosas rotas. Se llevaron medicación principalmente, como también ocurrió la semana anterior. También pavas eléctricas que habíamos repuesto y ya no están”, lamentaron desde la institución.
"Esto afecta al servicio"
La situación genera un impacto directo en la comunidad. “Esto afecta al servicio, porque limita la posibilidad de que los pacientes puedan retirar su medicación. Estábamos reponiéndonos del anterior hecho y otra vez vuelve a pasar”, agregaron.
Nuevo acto de vandalismo en un centro de salud. Foto: Gentileza Los responsables habrían actuado durante el fin de semana, aprovechando la ausencia de movimiento en el edificio. “No solo roban acá, también en instituciones cercanas, como la parroquia. Es muy preocupante”, explicaron.
Desde la dirección adelantaron que convocarán a una reunión comunitaria con el Ministerio de Seguridad y autoridades sanitarias, para buscar estrategias conjuntas frente a una situación que calificaron de “triste e injusta”.
El antecedente inmediato
Cabe recordar que este mismo centro de salud fue escenario de un robo el lunes 22 de septiembre, cuando desconocidos ingresaron al inmueble dificio y lo dejaron en un estado de total devastación.
Los intrusos revolvieron habitaciones, abrieron armarios y no tuvieron reparos en llevarse medicamentos, psicotrópicos, un microondas y una pava eléctrica. Como si fuera poco, también desenchufaron la heladera donde se conservaban insulinas, dejando en riesgo la provisión de un fármaco vital para pacientes crónicos.
El panorama que encontraron los trabajadores en la mañana siguiente fue descrito como “desolador”. La atención a los vecinos quedó suspendida durante varias horas mientras se hacía un relevamiento de todo lo sustraído. “No sabemos cómo vamos a hacer para reponer lo que se llevaron. Es algo que nos deja sin herramientas para atender a la gente”, lamentaron.
Los vecinos reclaman mayor presencia policial. Foto: GentilezaEl golpe no solo significó pérdidas materiales: también golpeó la confianza de la comunidad que, día a día, se acerca al centro en busca de soluciones médicas. Para muchos, este espacio es la única puerta de acceso al sistema de salud. “Los que robaron no se llevaron objetos de lujo, sino lo que la gente necesita para vivir mejor”, reflexionó una vecina.
La indignación se multiplicó en el barrio y la sensación de vulnerabilidad quedó instalada. “Si no respetan ni a un centro de salud, ¿qué nos queda?”, se preguntaban los vecinos. Tras el hecho, se elevó un pedido de refuerzo de patrullajes y mayor presencia policial en la zona, aunque el temor sigue latente.