Tiros en barrio Candioti

Danilo Chiapello - dchiapello@ellitoral.com

Anoche, minutos después de las 22, una seguidilla de estampidos de arma de fuego quebró la calma de barrio Candioti.

Los primeros curiosos que se asomaron por la ventana alcanzaron a ver la figura de un muchacho, el que corría desesperado por calle Avellaneda en dirección a la esquina con Gdor Candioti. Detrás suyo un hombre le venía disparando con una pistola.

Se pudo ver también que el agresor no estaba solo. Lo acompañaba una jovencita, la que se desplazaba a bordo de una motocicleta. Esta última le gritaba al fugitivo “esto te pasa por ‘bardearme’”.

La pesadilla del agredido culminó en la escuela Domingo Cullen, más precisamente en el patio de la institución, donde finalmente halló refugio.

En medio de la lógica conmoción del momento una ambulancia del Cobem ingresó a la escuela y retiró al herido a quien trasladó hasta el hospital Cullen.

Del infortunado se supo que es Juan Carlos Bruno, de 22 años, un joven con domicilio en el distrito costero de Alto Verde.

Voceros calificados precisaron que Bruno resultó del incidente con 5 heridas de arma de fuego. Los profesionales que lo atendieron le diagnosticaron un impacto de bala en abdomen, lado izquierdo; otro en hombro izquierdo; otro en codo izquierdo y finalmente dos en su pierna izquierda.

Tras las evaluaciones de rigor el joven quedó internado en el nosocomio, en condición estable y en una sala de cuidados intermedios.

Según se supo Bruno concurre a dicho establecimiento educativo donde cursa estudios en el horario nocturno. Fue precisamente a la salida de clases que fue interceptado por la pareja que apareció de repente al mando de la motocicleta.

El demencial ataque a tiros (los vecinos dan cuenta de no menos de 9 detonaciones) comenzó en la esquina de Ituzaingó y Avellaneda.

Además del joven herido, quien también sufrió las consecuencias de este hecho fue un estudio jurídico que se ubica en la citada intersección.

No menos de tres impactos de bala fueron los que se estrellaron contra el frente del buffet de las doctoras María Belén Mottura y Graciela Bilbao.

Lo grave del asunto es que estos proyectiles atravesaron los vidrios e ingresaron al inmueble. En su recorrido los plomos rompieron tabiques de durlok para finalmente terminar contra una de las paredes.

Por fortuna dicho estudio no se encontraba con personas al momento del incidente.

No obstante una de las profesionales hoy no podía superar la conmoción de lo ocurrido. Sobre todo cuando recordó que minutos antes había terminado de dar clases en dicho lugar a un grupo de universitarios.