Disminución de penas y confirmación de condenas para las entrenadoras de Rincón
La Cámara de Apelaciones ratificó las sentencias impuestas a las hermanas Sheila y Solange Arteriza y a su madre, Alicia Reina. No se expidió sobre Walter Sales Rubio, ya que el entrenador de triatlón falleció en prisión previo al tratamiento del recurso.
Disminución de penas y confirmación de condenas para las entrenadoras de Rincón
La Cámara de Apelaciones en lo Penal de Santa Fe ratificó la culpabilidad de las tres mujeres implicadas en la causa que investigó una serie de abusos sexuales cometidos durante décadas en perjuicio de niños y niñas de San José de Rincón que acudían a clases de triatlón. Aplicó una reducción en los montos de las penas originales.
Los magistrados Alejandro Tizón, Jorge Andrés y Oscar Burtnik emitieron su resolución el pasado 18 de diciembre, tras analizar los recursos de apelación interpuestos por las defensas contra la sentencia dictada en junio de 2024 por un tribunal de primera instancia.
El caso, que conmocionó a la comunidad de San José del Rincón, giró en torno a una red de abusos liderada por Walter Sales Rubio, quien fue condenado a 50 años de prisión y falleció hace un año en la cárcel de Piñero.
Sales Rubio fue condenado por 14 hechos de abuso sexual contra sus alumnos. Crédito: Flavio Raina
La Justicia avanzó contra sus coautoras: Sheila Arteriza, su hermana Solange Arteriza y la madre de ambas, Alicia Reina, quienes fueron halladas responsables de delitos de “abuso sexual con acceso carnal agravado”, "abuso sexual gravemente ultrajante" y “promoción a la corrupción de menores” en perjuicio de múltiples víctimas.
Autodeterminación
Uno de los ejes centrales del debate en esta segunda instancia fue el planteo de las defensas sobre la "culpabilidad disminuida" de las acusadas. El abogado de las hermanas Arteriza sostuvo que las jóvenes vivieron bajo un régimen de control y dominación absoluta por parte de Sales Rubio, quien se instaló en el hogar familiar cuando Sheila tenía apenas 4 años.
La defensa argumentó que existía una "naturalización" de los abusos y una imposibilidad de exigirles otra conducta debido a la violencia física y psicológica sufrida.
Al respecto, el juez Tizón coincidió en que las mujeres tenían su capacidad de autodeterminación disminuida, pero no suprimida. El tribunal entendió que, si bien el contexto de violencia de género y la dinámica disfuncional del grupo familiar influyeron en sus psiquis, las imputadas tenían la posibilidad de comprender la criminalidad de sus actos y ajustar su conducta a derecho.
Reina habilitó su casa para la comisión de los abusos, y participó en algunas ocasiones. Crédito: Flavio Raina
Por esta razón, el tribunal decidió que lo más justo era atenuar las penas mediante una escala acorde a esa culpabilidad afectada.
De este modo, la pena de Sheila Arteriza, originalmente de 32 años por delitos contra nueve víctimas, fue fijada en 28 años de prisión. Por su parte, Solange Arteriza, cuya condena inicial era de 16 años por hechos contra cuatro víctimas, recibió una pena definitiva de 14 años.
La condena a la madre
Otro punto de fuerte controversia jurídica fue la situación de Reina. Su defensa cuestionó duramente la ampliación de la acusación durante el debate oral, la cual incluyó un nuevo hecho de abuso contra un chico.
El tribunal de alzada, no obstante, ratificó la legalidad de esta medida, considerando que el nuevo hecho surgió del testimonio de la víctima en el juicio y guardaba una estrecha vinculación objetiva y subjetiva con el resto de los ilícitos ventilados.
El tribunal resaltó la gravedad de los actos cometidos por Reina, describiéndolos como "gravemente ultrajantes" debido a su prolongación en el tiempo y el sometimiento humillante al que fueron expuestos los menores. Las víctimas relataron cómo Reina banalizaba los abusos, diciéndoles que "no pasaba nada" para encubrir lo que sucedía en el domicilio.
Finalmente, la pena para Reina fue readecuada de 14 años a 13 años de prisión de ejecución efectiva.