Condena a Martín Kunz: "Cumplimos la promesa de hacer justicia por mi papá", dijo el hijo del chofer asesinado
La sentencia a prisión perpetua trajo alivio tanto a la familia de "Bigote" Walesberg como a los cadetes y sus allegados, pero el juicio los dejó con sabor a poco: "Esperábamos que diga el porqué, pero mintió".
Condena a Martín Kunz: "Cumplimos la promesa de hacer justicia por mi papá", dijo el hijo del chofer asesinado
El miércoles 27 de agosto marcó un antes y un después en la vida de mucha gente. Martín Kunz, de 22 años, fue condenado a prisión perpetua por el brutal ataqueen el que asesinó a un hombre, intentó matar a cuatro adolescentes y privó de la libertad a siete cadetes del Liceo Militar General Belgrano de la ciudad de Santa Fe.
Ocurrió a tan sólo una semana desde el cumplimiento del tercer aniversario del trágico suceso -ocurrido el 19 de agosto de 2022- que dejó a hijos y nietos sin Rubén “Bigote” Walesberg y abrió una profunda herida en los diez chicos de entre 13 y 17 años que acababan de salir del liceo y eran trasladados hasta sus casas en Helvecia y San Javier.
La sentencia emitida por los jueces Pablo Ruiz Staiger, Lisandro Aguirre y Celeste Minniti llevó tranquilidad a todas las familias que durante diez días acudieron a los tribunales y acompañaron el desarrollo del juicio en busca de respuestas, y de justicia.
Kunz fue condenado a prisión perpetua como autor del “homicidio criminis causa” del chofer, cuatro “tentativas de homicidio” y la “privación ilegítima de la libertad” de siete cadetes.
El fallo de los jueces Minniti, Ruiz Staiger y Aguirre fue unánime. Foto: Guillermo Di Salvatore
Tras más de tres años, y un juicio que reabrió profundas heridas, las familias de las víctimas sienten que la condena representa un cierre necesario para poder seguir adelante con mayor tranquilidad, eliminando la incertidumbre y el temor de qué podría pasar con el agresor.
Preguntas sin respuestas
“Cumplimos la promesa de hacer justicia por mi papá”, señaló Diego Walesberg, apesadumbrado. “Nos trajo alivio, poder transmitirle a nuestros hijos tranquilidad y decirles que se hizo justicia, que es lo que estábamos esperando", señaló la mamá de una cadete.
A pesar del alivio, el juicio dejó un sabor amargo para muchas familias, especialmente en lo que respecta a la declaración de Kunz. Desde el día del hecho, una pregunta fundamental persistía: ¿Por qué? Esperaban que en el juicio se develara qué lo llevó a cometer tan terrible acto.
Sin embargo, la declaración del acusado, en la que insistió en su inocencia y sostuvo que actuó en "defensa propia", fue profundamente decepcionante para las víctimas. Los cadetes recordaban a un encapuchado enajenado, “tirando puntazos para todos lados”, asesinando “a sangre fría” al chofer que los trasladaba.
“El sistema judicial le dio el derecho de ser escuchado al imputado y esperábamos que realmente diga la verdad de por qué, pero utilizó eso para mentir”, explicó Diego. Eso y la falta de arrepentimiento generaron una fuerte impotencia entre quienes acudieron al debate en busca de respuestas.
Cerrar “una etapa horrible”
El juicio fue muy movilizante, "significó revivir todo, tener todo muy a flor de piel", comentó la mamá de un cadete. La presencia de las familias en tribunales fue constante, aunque no todos pudieran estar dentro de la sala porque algunos formaban parte de la lista de testigos citados a declarar.
El juicio se desarrolló entre el 14 y el 27 de agosto. Foto: Guillermo Di Salvatore
"Yo personalmente necesitaba estar ahí, necesitaba escuchar, desde el día del hecho tengo muchas preguntas, bueno, lamentablemente para muchas no obtuve respuestas", explicó una madre, "mi hija me dijo ‘solamente nosotros, los que estuvimos ahí, sabemos lo que fue vivir ese momento’, así que era importante acompañarlos".
Al juicio “lo vivimos con muchos sentimientos encontrados, fue doloroso para todos”, los chicos sufrieron “un trauma que no se van a poder olvidar nunca”, manifestó otra de las mamás. “Con esta sentencia creo que todas las familias afectadas estamos cerrando una etapa horrible, que quisiéramos que nunca hubiera pasado”.
Continuar en paz
"Revivir las cosas en el juicio de nuevo es como abrir una herida, pero era algo que teníamos que hacer porque era una promesa que le habíamos hecho a mi papá, que se iba a hacer justicia en su memoria", explicó Diego. Para él, la condena a prisión perpetua fue “una pena ejemplar” que “sirve para que este tipo de hechos se desalienten".
"Mi viejo siempre fue una persona laburante. Lo conocían mucho en San Javier, en la comunidad, porque él siempre estaba tratando de dar una mano", recordó sobre quien "tocó para bien la vida de tanta gente".
Con la condena, las familias esperan que el dolor se alivie, “que Bigote pueda descansar en paz" y que los cadetes "puedan continuar sus vidas" con la tranquilidad de que Kunz permanecerá tras las rejas por mucho tiempo.