El sobrino de las mujeres atacadas por un pitbull en Santo Tomé fue imputado este jueves por la mañana. Le atribuyeron las lesiones ocasionadas a ambas, haciendo hincapié en la “falta de deber de cuidado” de su mascota.
El grave hecho ocurrió en la vivienda que compartían en Santo Tomé, y dejó a las víctimas heridas. Una de ellas perdió un brazo. Tras la atribución delictiva, el hombre recuperó la libertad.

El sobrino de las mujeres atacadas por un pitbull en Santo Tomé fue imputado este jueves por la mañana. Le atribuyeron las lesiones ocasionadas a ambas, haciendo hincapié en la “falta de deber de cuidado” de su mascota.
La audiencia se realizó en los tribunales de la ciudad de Santa Fe, ante la jueza Celeste Minniti. La fiscal Yanina Tolosa tiene en sus manos la causa, que inició el pasado domingo, tras el ataque.
Franco Julián P., de 27 años, fue imputado por el delito de “lesiones graves dolosas”, y recuperó la libertad bajo una serie de medidas de conducta, entre las que se encuentra la designación de un guardador y la prohibición de tener animales a su cargo.
La acusación se centra en la "falta del deber de cuidado" del perro de raza pitbull, que el domingo 6 de julio atacó a las dos mujeres. Las dos víctimas, tías del imputado, sufrieron heridas de extrema severidad que requirieron su inmediata internación hospitalaria.
Las mujeres fueron agredidas en el patio común que comparten sus viviendas con la del imputado, un espacio donde el pitbull, de unos 50 kilos y 7 años de edad, solía permanecer habitualmente.
En el momento del brutal suceso, Franco P. se encontraba en su lugar de trabajo, y las circunstancias exactas que desencadenaron la agresión del animal aún son objeto de investigación. De hecho, desde la fiscalía señalaron que aún no se sabe si las mujeres le estaban dando de comer al perro, si estaban jugando con él o si simplemente pasaban por el lugar cuando fueron atacadas.
La intervención policial fue crucial para detener la agresión. Tras recibir la alerta, efectivos del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) ingresaron al domicilio y se encontraron con el perro aún en una actitud de ataque. Ante la amenaza inminente y para salvaguardar la vida de las víctimas, el animal fue abatido en el lugar.
Las mujeres fueron trasladadas de urgencia y permanecen internadas. La situación ha escalado dramáticamente en las últimas horas debido a que los médicos se vieron obligados a amputar el brazo de una de ellas.
Esto también complica la situación procesal del sobrino, ya que podría llevar a que los cargos en su contra se agraven mediante la recalificación del hecho como “lesiones gravísimas”.
El caso ha generado gran conmoción, no solo por la brutalidad del ataque sino también por el doloroso contexto familiar en el que se desarrolló. La investigación penal continúa su curso en manos del Ministerio Público de la Acusación (MPA), que seguirá profundizando en los detalles del lamentable suceso para esclarecer todas las responsabilidades.




