La República Argentina celebró la decisión del Consejo y del Parlamento Europeo de postergar por doce meses la entrada en vigor del Reglamento de la Unión Europea sobre Deforestación (EUDR, por sus siglas en inglés).
La Unión Europea decidió postergar un año la implementación de su Reglamento sobre la Deforestación (EUDR), una medida celebrada por el Gobierno argentino, que considera el aplazamiento como una oportunidad para profundizar el diálogo técnico y diplomático, evitar trabas comerciales y consolidar la reclasificación del país como proveedor de bajo riesgo ambiental.

La República Argentina celebró la decisión del Consejo y del Parlamento Europeo de postergar por doce meses la entrada en vigor del Reglamento de la Unión Europea sobre Deforestación (EUDR, por sus siglas en inglés).
La nueva fecha prevista para su implementación será el 30 de diciembre de 2026, lo que otorga a los países exportadores —incluida Argentina— un margen adicional para avanzar en negociaciones técnicas y diplomáticas.
Desde la Cancillería y la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP), señalaron que la prórroga constituye “un paso en la dirección correcta”, ya que evita que las exportaciones agropecuarias argentinas queden sujetas en el corto plazo a nuevos requisitos ambientales considerados unilaterales y potencialmente restrictivos para el comercio.
El Gobierno argentino ha manifestado reiteradamente sus objeciones al EUDR, al sostener que la normativa no contempla las particularidades productivas de cada país y podría afectar injustamente a exportadores de soja, carne, madera y sus derivados.
En los últimos meses, funcionarios nacionales del área diplomática y agropecuaria mantuvieron gestiones constantes ante autoridades europeas para presentar información técnica que evidencia que los productos argentinos presentan un riesgo bajo o despreciable de deforestación.
Según fuentes oficiales, el año adicional de postergación abre la puerta a un “diálogo más constructivo” con la Comisión Europea, con el objetivo de revisar la clasificación de la Argentina y avanzar hacia su inclusión en la categoría de países de bajo riesgo.
Esta reclasificación sería clave para facilitar los procesos de control y reducir las exigencias administrativas para las exportaciones hacia la UE.
Además, el Gobierno confirmó que avanzará en la elaboración de planes operativos conjuntos con las autoridades competentes de los Estados miembros europeos, con el fin de armonizar procedimientos y evitar eventuales impactos negativos sobre el comercio bilateral.
En paralelo, la SAGyP continuará impulsando sistemas de trazabilidad, certificación y verificación ambiental, instrumentos que buscan fortalecer la competitividad del sector agroexportador y garantizar el cumplimiento de estándares internacionales sin comprometer la apertura de mercados.
Para Argentina, uno de los principales proveedores globales de proteínas y productos agrícolas, el aplazamiento del EUDR representa no sólo un alivio inmediato para la operatoria comercial, sino también una oportunidad estratégica para consolidar su posición como un socio confiable y sostenible para la Unión Europea.




