Argentina sufrió su primera derrota en la gira previa a la Americup 2025. Fue 86-82 ante Costa de Marfil en un duelo que mostró las dos versiones posibles del equipo de Pablo Prigioni: un arranque brillante y un cierre desdibujado.
Fue 86-82 en el tercer duelo de preparación. La albiceleste tuvo un gran primer cuarto, pero se desdibujó ante el físico rival. Vildoza y Corbalán, lo más destacado en un equipo que extrañó a Campazzo y Brussino.

Argentina sufrió su primera derrota en la gira previa a la Americup 2025. Fue 86-82 ante Costa de Marfil en un duelo que mostró las dos versiones posibles del equipo de Pablo Prigioni: un arranque brillante y un cierre desdibujado.
Con Facundo Campazzo y Nicolás Brussino descansando, el protagonismo recayó en José Vildoza y Gonzalo Corbalán, ambos con 18 puntos. También destacaron Fran Cáffaro, Juan Pablo Vaulet y Bautista Lugarini, todos con 10 unidades.
El equipo nacional jugó 10 minutos casi perfectos. Presión alta, movilidad ofensiva, juego colectivo y efectividad asombrosa: 14/17 en tiros de campo, 9 asistencias y apenas 2 pérdidas. Llegó a ganar por 19 y dominaba con autoridad.
El plan se ejecutaba bien en ambos costados: defensa intensa, pase extra y transiciones rápidas. Prigioni pidió esa identidad desde el arranque de la preparación y el equipo la cumplió… por un rato.
Desde el segundo cuarto, el trámite cambió. Costa de Marfil elevó el roce físico, presionó las líneas de pase y forzó 14 pérdidas. Argentina perdió fluidez, dejó de rotar el balón (solo 6 asistencias en los últimos tres cuartos) y se estancó.
Kouadio (23 pts), Moulare (11) y un dominante Matt Costello (8 pts, 9 reb, 4 ast) lideraron la remontada africana, que tomó la delantera en el tercer cuarto y resistió en el cierre ante los intentos de remontada argentina.
Vildoza comandó desde el pick and roll y metió 4/6 en triples, Corbalán se afianzó como escolta anotador y Cáffaro batalló en la pintura. Pero la defensa dejó huecos y el equipo no logró volver al nivel del inicio.
Prigioni busca aceitar una nueva estructura sin figuras consagradas. Este amistoso fue otra prueba en esa dirección, mostrando qué caminos funcionan (como el primer cuarto) y cuáles exponen debilidades (como los lapsos finales).
Hubo aportes positivos en los roles secundarios: Lugarini y Aaliya dejaron buenos minutos en defensa y actividad, pero todavía falta constancia. El jueves ante Sudán del Sur será una nueva medida del proceso.




