“Pasó lo que no tenía que pasar”, dijo el técnico Ariel Holan en la conferencia de prensa pos derrota de Central ante Independiente.
El equipo de Holan, que puso mayoría de suplentes el sábado en cancha de Independiente, perdió el invicto, aunque ya tenía asegurado el primer lugar en la tabla de la Zona A y también en la anual. Pero perdió bastante más que eso: Malcorra fue expulsado por una gresca en el final y se pierde el arranque de los playoff

“Pasó lo que no tenía que pasar”, dijo el técnico Ariel Holan en la conferencia de prensa pos derrota de Central ante Independiente.
Al entrenador de Rosario Central se lo notaba afligido por la caída del invicto de su equipo, al ser derrotado por Independiente en la última fecha de la fase regular del Torneo Clausura, el sábado por la noche en Avellaneda. Pero, de última, ese fue un riesgo que Holan decidió asumir al presentar una formación alternativa, con abrumadora mayoría de jugadores que habitualmente no son titulares.
El “Canalla” ya tenía en el bolsillo el primer puesto de la tabla anual y también de la Zona A, por lo tanto era inútil arriesgar a los futbolistas que habitualmente juegan desde el arranque.
La gran decepción de Holan llegó cuando el partido ya había terminado y observó la tarjeta roja en el aire para Ignacio Malcorra, uno de los pocos titulares que mandó a la cancha para liderar a los juveniles.
Malcorra es un jugador de experiencia, que generalmente tiene un temple de acero.
Pero después de que el árbitro decretara el final del triunfo de Independiente sobre Central por 1 a 0 con gol de Gabriel Ávalos en el primer tiempo, “Nacho” se mezcló en uno de esos tumultos de insultos y empujones que suelen suceder cuando se baja el telón de los partidos y se “comió” una expulsión que lo deja afuera del cruce de cuartos de final del Clausura.
Quizás sintió la responsabilidad de ir a defender a los pibes que en ese momento estaban mezclados en el torbellino de empellones cerca de los bancos de suplentes. O tal vez fue que Malcorra y todo Central se desacostumbraron a perder y les cuesta aceptar que la derrota es uno de los resultados posibles del fútbol.
Lo concreto es que, un partido que solo era para cumplir con el calendario del campeonato y para probar variantes de cara a lo que viene, le terminó saliendo muy caro al técnico Ariel Holan. Si se quiere, una pequeña mancha en el impecable traje de candidato al título que el conjunto rosarino tiene puesto hace ya un largo rato.
“Yo ya me había metido en el vestuario y uno de los chicos me dijo lo que pasó, al parecer no fue para tanto, pero bueno habrá que pensar como seguir”, dijo Holan, bastante mortificado por la situación.
Al ser consultado sobre los motivos que lo llevaron a poner a algunos titulares, entre ellos a Malcorra, fundamentó: “No es fácil estar sin jugar 15 días para después afrontar una final. Por eso me parecía que era un buen rival y un buen lugar para entrenar y para sumar minutos de cara a ese partido. Los que no vinieron fue por temas de lesiones o tarjetas”.
El conductor táctico de Central se refería concretamente a Ángel Di María, Alejo Véliz y Emanuel Coronel, quienes directamente no viajaron a Avellaneda porque sumaban cuatro amarillas y podían perderse el siguiente duelo si sumaban una amonestación más.
Además, Di María y Véliz, máximas figuras de este Central, venían con algunas molestias físicas y el cuerpo técnico prefirió que descansaran el fin de semana para recuperarse a pleno.
Holan intentó apartarse de la expulsión de Malcorra, que lo obligará a repensar el mediocampo para el cruce que se viene, y se enfocó en la producción de su equipo a lo largo del semestre y de todo el 2025.
“Hicimos una campaña extraordinaria, hoy se cierra esa campaña y fuimos los mejores desde todo punto de vista. Ahora empieza otro torneo que tiene otro formato”, advirtió.




