Rampla Juniors, histórico club del fútbol uruguayo y actualmente gerenciado por el empresario estadounidense Foster Gillett, atraviesa una crisis que podría derivar en su descenso administrativo a la tercera división. La deuda asciende a 90 mil dólares e involucra sueldos impagos al plantel profesional y empleados del club.
La Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) podría aplicar una sanción disciplinaria si la institución no regulariza los pagos en los próximos días, en lo que sería un caso inédito para la era moderna del fútbol charrúa.
Otro proyecto fallido de Foster Gillett y van...De promesas incumplidas a conflictos financieros
Foster Gillett, hijo del expropietario del Liverpool FC George Gillett, había desembarcado en Rampla a principios de 2025 con grandes expectativas. Incluso fue noticia en Argentina por su intento fallido de ingresar como socio inversor en Estudiantes de La Plata, en una maniobra que nunca pasó por asamblea y que terminó en escándalo.
En Uruguay, la estrategia fue similar: se anunció un proyecto ambicioso con figuras de renombre como Julio Buffarini, Diego Arismendi, Christian Tabó y Leandro Somoza como DT. Pero los resultados no acompañaron y el equipo marcha último en la tabla de la Segunda División.
Gillett intentó lo mismo en EstudiantesCríticas desde adentro
El director deportivo de Rampla Juniors, Humberto Grondona, fue contundente en su diagnóstico: “Mintieron diciendo que iban a armar un plantel para campeonar y ahora hay que reforzar para no pelear el descenso. Aparece uno con la gallina de los huevos de oro y se quieren robar los huevos”.
La frase refleja la desilusión interna con la gestión Gillett, que no sólo incumplió promesas económicas, sino que además dejó al club en una situación comprometida en lo deportivo y en lo institucional.
El plazo para evitar el descenso administrativo vence en los próximos días. De no resolverse, Rampla perdería la categoría por sanción de la AUF más allá de su posición deportiva.