El Gran Premio de São Paulo dejó una de las remontadas más impactantes de la temporada. Max Verstappen, que había partido desde el pit lane tras cambiar motor y configuración en su Red Bull, terminó tercero en una actuación que ni él mismo imaginaba.
Max Verstappen celebra en el podio. Reuters.“No esperaba eso en absoluto”, confesó el neerlandés tras la carrera. “Fue una competencia llena de acción. Tuve que adelantar muchos autos, pero nuestro ritmo fue fuerte en todos los stints. Incluso con el pinchazo al comienzo, logramos recuperarnos. Estar en el podio desde boxes es increíble”.
Un domingo a pura estrategia y resistencia
Verstappen tuvo que ingresar a boxes en las primeras vueltas por un pinchazo lento causado por restos en pista, lo que lo obligó a recomenzar desde el fondo. Sin embargo, el tetracampeón mostró su clase con una conducción agresiva, aprovechando las estrategias de neumáticos y los momentos clave de la carrera.
Una última parada para montar neumáticos blandos nuevos lo lanzó en persecución de Kimi Antonelli (Mercedes), con quien peleó la P2 en los giros finales. “Solo traté de pasar lo más rápido posible, pero algunos coches estaban en un tren de DRS. Con todo eso, terminar a solo 10 segundos del líder es increíble para nosotros”, analizó.
Orgullo y autocrítica
Más allá del podio, Verstappen destacó la actitud del equipo Red Bull, que atraviesa una temporada irregular.
Fotos: Reuters“Estoy muy orgulloso de todos. Ayer fue muy duro para nosotros, pero nunca nos rendimos. Siempre tratamos de mejorar y encontrar más tiempo de vuelta. Hoy lo logramos otra vez”, aseguró.
El resultado también permitió a Red Bull escalar al tercer puesto del Campeonato de Constructores, tras el doble abandono de Ferrari.
Con los pies en la tierra
Pese a la remontada y al nuevo podio, Verstappen se mantiene cauto respecto a la lucha por el título. Con 341 puntos, está a 49 de Lando Norris (McLaren) y a 25 de Oscar Piastri, pero evita ilusionarse con una remontada milagrosa.
“Son demasiados puntos para tener una oportunidad real”, admitió. “Regalamos mucho en la primera mitad del año. Ahora solo queremos tener buenos fines de semana y seguir mejorando. La carrera fue muy prometedora, pero hay cosas que todavía queremos analizar”.
Un mensaje claro: no conformarse
Fiel a su estilo competitivo, Verstappen cerró con una reflexión que resume su mentalidad:
“Estamos todos juntos en esto y nunca nos rendimos. Tomamos riesgos, sí, pero me gusta eso: tratar siempre de ser mejores, porque no queremos conformarnos con el segundo lugar”.
Con tres fechas por delante —Las Vegas, Qatar y Abu Dabi—, el campeón vigente demostró que aún no baja los brazos y que, incluso en los días difíciles, sigue siendo el rival a vencer.