“Argentina ha seguido logrando avances en el contexto de su programa de estabilización”. La frase pertenece al informe "Perspectivas Económicas: Las Américas", difundido este viernes por el Fondo Monetario Internacional (FMI) al cierre de su Asamblea Anual en Washington.
Mientras el Gobierno busca ampliar la asistencia financiera con el Tesoro de Estados Unidos, el Fondo puso la lupa en la marcha del programa argentino, sobre el que sostuvo se encuentra en una etapa "crucial" atravesado por un período de "incertidumbre electoral" y la "expiración de los poderes delegados del Ejecutivo".
El documento describió en detalle las mejoras implementadas por la administración de Javier Milei, pero también fijó prioridades para la estabilización: mantener la disciplina fiscal, continuar el descenso de la inflación, acumular reservas del Banco Central y desplegar una batería de reformas estructurales.
Dan Katz, primer subdirector gerente del FDMD; Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI y presidenta del CMFI; Mohammed Al-Jadaan, ministro de Finanzas de Arabia Saudita; y Ceda Ogada, secretaria del FMI, durante las reuniones anuales en Washington, EE. UU., este 17 de octubre de 2025. REUTERS / Ken Cedeno.En ese marco, el informe redujo el pronóstico de crecimiento de la Argentina para este año al 4,5%, y para 2026 al 4%, con fundamento principalmente en el crecimiento del consumo privado y el repunte de las exportaciones agropecuarias. Sin embargo, apostó a que la inflación siga en un descenso vertiginoso, ubicándola en 28% para 2025 y con la expectativa de que continúe a la baja hasta situarse entre el 7 y el 12 por ciento a fines de 2026.
Reservas en la mira
La lectura del informe se complementó con las declaraciones de Nigel Chalk, quien asumirá como director del Departamento del Hemisferio Occidental, el próximo 27 de octubre, en reemplazo de Rodrigo Valdés, y será el encargado de monitorear el programa del Servicio Ampliado abierto con la Argentina.
En diálogo con los medios argentinos presentes en la Asamblea, Chalk se refirió al apoyo del Tesoro estadounidense. Consideró que el auxilio “ayuda a estabilizar los mercados y complementará el programa de asistencia del Fondo”. Y remarcó la coordinación entre ambos organismos: “Nuestro personal ha estado muy involucrado en este proceso. Nos comprometemos a trabajar con ambas partes para apoyar la estabilidad y el crecimiento”.
Nigel Chalk, próximo director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, en la conferencia de este viernes. Crédito: REUTERS / Ken Cedeno.Asimismo fue consultado sobre la recomendación de la acumulación de reservas para facilitar un acceso duradero a los mercados internacionales de capital, Chalk sostuvo de manera escueta: “Lo que buscamos es un conjunto coherente de políticas macroeconómicas que incluyan medidas para reducir la inflación y acumular reservas, pero también políticas que sienten las bases para un crecimiento sólido y sostenido en Argentina”.
Este punto contrasta con la estrategia que viene sosteniendo el equipo económico de Milei. Ya había sido una disputa técnica al momento de la implementación del esquema de bandas cambiarias, donde el FMI entendía que mientras el tipo de cambio se mantuviera lejos de los extremos, el Gobierno debía comprar dólares. Esta semana volvió a surgir la discrepancia: el presidente del BCRA, Santiago Bausili, sostuvo en un seminario de JP Morgan, que la acumulación de reservas puede ser inflacionaria porque se emiten pesos que entran en circulación en el mercado.
La hoja de ruta del FMI
En el informe técnico, el organismo que conduce la búlgara Kristalina Georgieva destacó el "ambicioso programa de reformas de mercado" que puso en marcha el gobierno de Javier Milei desde 2023 a esta parte con el objetivo claro de "estimular la productividad y el crecimiento", que estuvo basado en "eliminar barreras al comercio, regulaciones estrictas en los mercados y en reformar la gobernanza".
Según el análisis este programa permitió enfrentar "arraigadas barreras al comercio" a los que adjudicó el freno del crecimiento argentino que ubicó entre 2010 y 2022, entre los que menciona restricciones sobre precios y tasas de interés, regulaciones laborales que desalentaban el empleo formal y deterioro generalizado en gobernanza y transparencia.
Kristalina Georgieva, durante su exposición al cierre de la Asamblea Anual. Foto: REUTERS / Ken Cedeno.Incluso, el informe dedicó un espacio específico para los efectos de la "motosierra" con un listado destacando las reformas de la administración libertaria:
Liberalización comercial y atracción de IED: Se han reducido "numerosas barreras comerciales arancelarias y no arancelarias (sumamente discrecionales)". La simplificación de trámites aduaneros vía digitalización y el alineamiento con normas internacionales buscan fomentar el comercio y la competencia. El nuevo Régimen de Inversiones (RIGI) es señalado como un éxito, atrayendo compromisos de Inversión Extranjera Directa (IED) que superan los USD 15.000 millones, concentrados en energía y minería.
Desregulación financiera y de mercados: Se eliminaron controles sobre las tasas de interés activas y pasivas para mejorar la transmisión de la política monetaria y promover el crédito. Además, se derogaron o modificaron más de 1.000 regulaciones en sectores clave como petróleo, gas, minería, electricidad y transporte, con el fin de eliminar distorsiones y promover la competencia.
Modernización laboral y transformación estatal: Se buscaron mejoras en la flexibilidad del mercado laboral, simplificando el sistema tributario para los trabajadores autónomos y extendiendo los períodos de prueba. En el ámbito estatal, se emitieron regulaciones para racionalizar entidades públicas, cerrar fondos fiduciarios y convertir empresas estatales en sociedades anónimas con vistas a su privatización.
Las exigencias que vienen
Más allá de los elogios sobre los primeros años de gestión, el Fondo advierte que para sostener ventajas significativas a mediano plazo, estas reformas deben mantenerse y profundizarse. De ahora en adelante, el FMI exige esfuerzos sostenidos en tres frentes esenciales, según el informe: preservar el ancla fiscal manteniendo el equilibrio o mejor aún el superávit primario; afianzar el marco monetario y de gestión de liquidez con la capacidad del Banco Central para anclar las expectativas de inflación; y reforzar los colchones de reservas en dólares para facilitar un acceso duradero a los mercados internacionales de capital.
"Se considera que es crucial redoblar los esfuerzos para reformar los mercados laborales y la política tributaria a fin de abordar la informalidad e incrementar la productividad. El FMI prevé que, si se mantienen y profundizan, estas reformas podrían generar importantes ventajas a mediano plazo al abrir la economía argentina, mejorar la calidad y previsibilidad del régimen regulatorio y tributario y racionalizar los procedimientos administrativos", señala el informe.
"Estas políticas tendrán que complementarse con iniciativas para abordar las deficiencias en materia de gobernanza, y subsanar las deficiencias críticas en materia de infraestructura y competencias", completa el apartado sobre la situación de la Argentina.