Al menos once alpinistas murieron en el accidente múltiple ocurrido el sábado pasado en la montaña K2, situada en la cordillera del Himalaya, cuando un enorme bloque de hielo cortó la cuerda de seguridad que estaban empleando para afrontar el peligroso descenso.
Un helicóptero del Ejército paquistaní comenzó ayer el rescate de los supervivientes en las laderas de la montaña. El capitán Azeemulá Baig declaró desde el campamento, situado junto al pie del K2, que “la operación de rescate ha comenzado esta mañana (el domingo) y un helicóptero del Ejército ha sacado a dos montañeros holandeses”.
“Hemos confirmado el dato de que hay once muertos, la mayoría extranjeros”, agregó. Entre los fallecidos hay tres coreanos, dos nepalíes, dos porteadores paquistaníes, un serbio, un francés y un noruego, además de un irlandés que antes se creía desparecido.
Mientras, los servicios de rescate siguen intentando confirmar cuántos escaladores continúan desaparecidos, según reportó la agencia española de noticias Europa Press.
“En el K2, cuando están desaparecidos están muertos”, dijo Sher Khan, coronel retirado y vicepresidente del Club Alpino de Pakistán, que es uno de los montañeros más experimentados del país.
En el momento del accidente, los alpinistas descendían por una peligrosa pendiente conocida como el Cuello de Botella, a 400 metros de la cima, que está a 8.611 metros sobre el nivel del mar, lo que convierte al monte en el segundo pico más alto sobre la superficie del planeta.
Fuente: Télam


































