Un posteo viral recordó los tiempos del VHS y los videoclubs; símbolos de otra época
Un usuario encontró viejas cajas plásticas con las cintas originales de films infantiles y mensajes escritos por su madre. En cuestión de minutos se multiplicaron las reacciones y recuerdos vinculados a aquella forma de ver películas. En Santa Fe, los últimos vestigios se vieron en 2016, con el cierre de la última tienda de alquiler.
Un posteo viral recordó los tiempos del VHS y los videoclubs; símbolos de otra época
Las redes sociales son un mundo paralelo que reflejan las idiosincrasias de quienes las utilizan. A veces para mal, y otras tantas (la mayoría) para bien, plataformas como X (ex Twitter) conectan a personas de distintas partes del mundo por una temática. Algo de esto ocurrió en los últimos días con un posteo que se hizo viral en minutos vinculados a las cintas de VHS.
Un usuario compartió una serie de fotografías que muestran cajas de plásticas de películas infantiles con mensajes supuestamente escritos en el pasado por su madre. “Después de verla, siempre hablabas con tus juguetes”, decía la nota junto al film Toy Story de Disney. “Nos dabas dolor de cabeza cantando todo el día las canciones”, reza otro papelito junto a Aladdin.
“Me preguntaste que si yo también iba a morir algún día y estuviste llorando toda la noche”, decía el cartel junto a Bambi. Mensajes como estos acompañaban las cajas de “Bichos”, “Pokémon” y una cinta de Scooby - Doo. Réplicas de todo tipo se sucedieron al posteo. Desde imágenes de otros VHS hasta los recuerdos de los usuarios que visitaban semanalmente los videoclubs.
Una de las imágenes que se viralizaron.
Hábitos de época
El principio del fin para los VHS llegó de la mano de un sustancial avance de la tecnología vinculada al almacenamiento de datos. La irrupción del CD, primero, y del DVD después le pusieron fecha de vencimiento a la vieja cinta. Los novedosos discos contenían en su interior las mismas películas e incluso más contenido vinculado, a partir de la capacidad de almacenamiento.
Volviendo a los VHS, cabe recordar que se comercializaban (venta y alquiler) en casas llamadas videoclub. Surgieron a mediados de los 80 de la mano de la aparición de los casettes a cintas (1976) y forjaron toda una comunidad a su alrededor. Incluso, hubo franquicias que se expandieron en Estados Unidos y sus prácticas se imitaron en otros países.
Como recordarán los memoriosos, los VHS se reproducían en caseteras conectadas mediantes sendos cables al televisor. Acciones como rebobinar o adelantar fueron incorporadas al lenguaje hogareño de aquellas familias que contaban con estos aparatos.
El sistema de alquiler era sencillo. El interesado se asociaba por una cuota mensual al videoclub y la casa de renta alquilaba por 24 o 48 hs, dependiendo cada caso y membresía. Luego, el usuario debía devolver la cinta. Con el tiempo, estas tiendas incorporaron videojuegos y ya en los 2000, los DVD y Blue-Ray.
El ahora antiguo método de elección de peliculas.
Piratería + Netflix; combo letal
Con la consolidación de Internet por banda ancha, también creció la piratería vinculada al cine y las series. Primero con la música y luego con films, los hackers compartían en diversas plataformas los contenidos ilegales. Fue la primera señal de alerta. Los usuarios tenían al alcance de un par de clicks las películas que estrenaban los cines.
La segunda, y estocada definitiva para el VHS y los videoclub fue la irrupción de Netflix; una plataforma de pago que, con una baja suscripción, abrió el juego al contenido on-demand en pleno crecimiento. Si bien sus comienzos fueron por alquiler a domicilio, la consolidación llegó a través de su sistema online.
El crecimiento de esta compañía fue diametralmente opuesto a la lenta desaparición de los videoclubs. En 2007 operaba en todo Estados Unidos; tres años más tarde ofrecía contenidos online en Canadá. En 2011 abrió su plataforma para Latinoamérica; un año más tarde hizo lo propio en Europa.
En 2013, en plena etapa de expansión, lanzó la primera serie de producción propia: la exitosa House Of Cards; un drama político que muestra el trasfondo de un funcionario para llegar a ser presidente de EE.UU. Dos años más tarde, Netflix desembarcaría en Asia con la llegada a Japón , Singapur, Taiwán y otras naciones. China resistió su llegada.
Bajos costos y comodidad fueron letales para un sistema que estaba agotado. Poco a poco, fueron cerrando o reconvirtiéndose los clásicos videoclubs dejando consigo un legado cinéfilo que de vez en cuando reaparece, como en el caso del posteo aquí mencionado. Con el correr de los años aparecieron otras plataformas, incluso ya compitiendo con las salas de cine.
Los avances tecnológicos obligan a cambiar costumbres.
En Santa Fe
En la ciudad de Santa Fe la última casa de alquiler de video que resistió fue la que se encontraba en pleno centro, sobre calle San Jerónimo al 1900. El reconocido club comenzó a cerrar sus puertas en el verano del 2016.
El artículo daba cuenta que el videoclub tuvo en su época de esplendor unos 30 mil VHS y fue pionero en la capital santafesina en ofrecer Blue-Ray, discos con capacidad de almacenar películas en HD. También se caracterizó por una minuciosa organización de los casetes por género, algo que lo hizo “distinto” de las otras tiendas.
Previo al cierre definitivo, el dueño del videoclub “liquidó” el stock. Para sorpresa de muchos, el lugar se llenó y hubo personas que llevaban casetes de a decenas, incluso hasta 200 unidades, destacó otro artículo de El Litoral. “Furor por comprar películas”, describió el diario en febrero de 2016.
Como otros locales ochentosos, como los “flippers”, cada barrio tenía al menos una cochera donde alquilar películas. Algunos crecieron y abrieron dos o tres sucursales. Incluso, una firma de otra ciudad se instaló en Santa Fe y compitió con bajos costos.
Ahora, los videoclubs como los “fichines” forman parte de la memoria colectiva, símbolos de épocas pasadas que, de vez en cuando parecen florecer. ¿Cuál será el futuro del contenido on-demand? ¿Volverán a cambiar las costumbres de ver películas en los hogares? Son apenas algunas preguntas que encontrarán su respuesta con el correr de los años.